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El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, no tiene planes de renunciar a la presencia global de la entidad financiera, a pesar de los considerables recortes de personal que la entidad quiere acometer para tratar de volver a la rentabilidad.
El banco reduciraá el negocio de renta variable, la negociación de bonos de EEUU y sus fondos de cobertura
Desde que ocupó el cargo en abril, Sewing ha anunciado planes para reducir el negocio de renta variable, así como la negociación de bonos de Estados Unidos y sus fondos de cobertura. No obstante, en una conferencia sobre banca en Fráncfort, el primer directivo de Deutsche Bank ha afirmado que esto no debería verse como una señal de recorte.
"Nuestras ambiciones globales no estarán sujetas a debate bajo mi liderazgo", ha afirmado, añadiendo que una serie de crisis políticas en todo el mundo ha hecho que sea importante que Deutsche Bank apoye a sus clientes en sus negocios globales. "Estoy bastante convencido de que está posición global es tan importante para nuestra economía hoy como lo fue después de la caída del muro [de Berlín]", ha indicado.
TRES AÑOS DE PÉRDIDAS
En un momento de tensión entre Estados Unidos y la Unión Europea, Sewing ha afirmado que cree que es "demasiado arriesgado" dejar el papel de la financiación y la gestión del riesgo en manos de unos cuantos bancos no europeos.
Deutsche Bank está tratando de recuperarse de tres años consecutivos de pérdidas, al mismo tiempo que está lidiando con una serie de malas noticias, que incluyen la reorganización abrupta del equipo directivo, la rebaja del 'rating' por parte de Standard & Poor's y el fallo en el test de estrés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Sewing ha afirmado que su banco no tiene la ambición de volver a su condición de líder del mercado mundial, como lo fue antes de la crisis financiera mundial. "Sería un error decir que queremos ser el número uno, dos o tres. Por supuesto que no podemos", ha reconocido. En cambio, el equipo de Deutsche Bank tiene por objetivo mantener sus principales posiciones en ciertos negocios, como las transacciones de pago, el comercio de divisas y la compensación en euros y dólares. Por este motivo, el consejero delegado ha asegurado que la entidad financiera debe mantenerse activa en el negocio de la banca de inversión.
El principal propósito de Sewing es volver a los beneficios y ha apostillado que el banco necesita hacer "progresos claros" en los próximos 12 o 18 meses. Además, ha adelantado que espera que haya una mayor presión a los bancos para consolidarse, ya que el sector está afrontando una regulación más estricta, así como otros retos como la digitalización o los cambios en el comportamiento de los consumidores.
"Europa no necesita tantos bancos como sea posible. Necesita bancos fuertes", ha esgrimido. Y sobre la especulación acerca de la fusión con su rival alemán Commerzbank, Sewing no ha hecho ningún comentario.