Las alertas han saltado en Argentina tras el resultado de las primarias, en las que Mauricio Macri ha salido duramente derrotado frente a Alberto Fernández. No solo la bolsa y el peso están en el punto de mira, ahora también su deuda. Y es que el riesgo de impago se ha disparado por el temor a un 'default' del país.
Los CDS (credit default swaps), que miden el riesgo de impago de empresas y países, se han disparado en Argentina por encima de los 2.000 puntos básicos, lo que significa que los operadores dan una probabilidad del 75% a que el país suspenda los pagos de la deuda en los próximos cinco años.
El problema es que el resultado de la votación, a la que muchos consideran un anticipo de las elecciones presidenciales de octubre, ha abierto las puertas a la posibilidad de que se forme un Gobierno más proteccionista en diciembre, lo que podría dar al traste con todos los avances logrados por Macri en los últimos años en su lucha por recuperar la confianza de los mercados internacionales.
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Argentina, lo que le faltaba a la bolsa en agosto... y al BBVA en su 'annus horribilis'El temor principal es que el peronista Alberto Fernández, que ha incluido a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en sus listas, trate de renegociar la deuda y, sobre todo, sus acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que concedió a Argentina el préstamo individual más grande de la historia, de 57.000 millones de dólares (actualmente ha desembolsado al país en torno al 90%, unos 45.000 millones, y el último desembolso se tramitó en julio, de 5.400 millones).
De esta forma, el riesgo de impago se ha disparado hasta el 75%, cuando el viernes pasado era solo del 49%, según recoge Bloomberg. "El mercado está empezando a cotizar en default de Argentina", dicen los expertos de Aberdeen Asset Management, que creen que los inversores no están dispuestos a darle a Fernández "el beneficio de la duda" tras años de alta inflación y profundos problemas económicos por la crisis de la deuda, que ahora amenaza con volver.
Los inversores se han apresurado a deshacerse de la deuda pública por temor a un posible impago, de forma que los bonos gubernamentales denominados en dólares han perdido ya aproximadamente un 25% de media, lo que ha provocado, a su vez, que los precios bajen a un rango de 55-60 centavos de dólar. Y los rendimientos de las notas con vencimiento a corto plazo se han disparado por encima del 35%.
Para una nación con una larga historia de impagos, que solo ha logrado salir de la debacle que arrastraba gracias a Macri, el cambio repentino en los votantes (Fernández aventaja al actual presidente con 15 puntos) no es una buena noticia. Por eso ha conmocionado a los inversores extranjeros y a los argentinos por igual. La situación es tal que el bono a 100 años que se vendió en el momento de mayor optimismo de la campaña de reforma de Macri, hace unos dos años, se negocia ahora a la mitad del valor al que se emitió por primera vez.
POR QUÉ FERNÁNDEZ PROVOCA TANTA DESCONFIANZA
Gran parte del problema para los inversores está en la propia figura de Alberto Fernández. El que fuese jefe de gabinete del expresidente Néstor Kirchner, se peleó después con la exjefa de Estado Cristina Fernández de Kirchner, abandonando su gabinete por una serie de diferencias sobre las medidas económicas a adoptar. Sus ocho años en el cargo estuvieron marcados por controles de divisas, manipulación de datos y políticas proteccionistas sobre el comercio para proteger la industria nacional. Y eso sin mencionar el anterior 'default'. Ahora ha vuelto como candidato presidencial y su trayectoria profesional genera más dudas que confianza.