- El laborismo ha logrado recortar terreno en los sondeos a los conservadores y May se encuentra con un escenario no deseado
Theresa May convocó en el mes de abril elecciones anticipadas para el 8 de junio con el objetivo de apuntalar el 'Brexit'. Pero el terrorismo y el debate sobre la inmigración han irrumpido con fuerza en estos meses. Por otro lado, la premier británica buscaba con este envite electoral reforzar su figura en el país y endurecer su posición en las negociaciones con Europa que arrancan el 19 de junio. En contra de sus previsiones, la conservadora afronta la recta final de la campaña electoral con una posible pérdida de escaños y muy igualada con la candidatura laborista de Jeremy Corbyn.
Este escenario no es el que esperaba Theresa May. Cuando convocó los comicios, los conservadores disfrutaban de una amplísima ventaja en las encuestas, superior incluso a los 20 puntos porcentuales. Una ventaja que ha desaparecido. El último sondeo de YouGov, que publicaba 'The Times', situaba la brecha entre ambas formaciones en apenas cuatro puntos (42% los conservadores y frente al 38% de los laboristas), con una pérdida de 13 congresistas para el partido de May, también conocido como 'los tories', de 330 a 317. Por su parte, el laborista ganaría 24 congresistas, de 229 a 253, lo que podría dejar sin mayorías claras. Esta cámara está formada por 650 parlamentarios, una por cada circunscripción, cada escaño se logra siendo el más votado en cada una de ellas y no hay recompensa para los segundos.
May se ha encontrado con una situación inesperada. Los tres ataques terroristas en Manchester y Londres con 34 muertos han ocupado el debate mediático en este período por encima del Brexit. "La primera ministra británica ha tenido un liderazgo errático con estos atentados", apunta Emilio Sáenz-Francés, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Comillas. "Este contexto fue aprovechado por Corbyn para denunciar a la conservadora en la reducción de casi 20.000 policías cuando era ministra de David Cameron y esto fue un golpe de efecto en la campaña", apunta.
Los tres ataques terroristas en Manchester y Londres con 34 muertos han ocupado el debate mediático en este período por encima del Brexit
Otro error en campaña del Partido Conservador fue un manifiesto donde se incluía un plan para hacer pagar la asistencia social a los jubilados que tuvieran casas de más de 100.000 libras. "Esta medida provocó un gran descontento entre las bases de los 'tories' y obligó a May a dar marcha atrás con esta medida", señala Sáenz-Francés. Ante esta postura tambaleante de la primera ministra británica ha aparecido la posibilidad de salir derrotada en estas elecciones. "Existe la posibilidad de fracaso relativo, victoria pero pérdida de escaños, y fracaso absoluto, el triunfo de Corbyn", valora el profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Comillas.
Un escenario que puede dar un giro de 180 grados a las negociaciones del Brexit. Mientras Theresa May y los conservadores apuestan por un acuerdo favorable para Reino Unido o un divorcio radical con la UE, Corbyn y los suyos apuestan por "un acuerdo en cualquier caso y descartan cualquier tipo de ruptura con Europa", recuerda el profesor. Otros dos actores irrumpen con fuerza en escena recogiendo el voto contra el Brexit y podrían acaparar un 13% del voto de forma conjunta. Por un lado, el Partido Liberal Demócrata que propone realizar un segundo referéndum sobre la salida de Europa. Y, por otro, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que pretende promover un nuevo referéndum de independencia de Escocia, incluir a un escocés en las negociaciones del Brexit, una formación que podría colocarse como aliada del laborismo.
¿CÓMO REACCIONARÁN LOS MERCADOS?
Predecir la reacción de las bolsas al resultado de las elecciones en Reino Unido es más complicado de lo que pudiera parecer. Da la impresión de que ninguno de los escenarios posibles sería realmente bueno para los índices europeos, aunque el que más convence es el del triunfo con mayoría de May, uno de los dos más probables junto con un triunfo más reducido de los Conservadores.
En primer lugar, si se cumple el escenario que buscaba May, es decir, ganar las elecciones con una mayoría amplia, superior a los 14 parlamentarios que tiene en la actualidad, los inversores estarían ante un escenario que eliminaría la incertidumbre generada por lo que pudiera pasar si la 'premier' británica sale debilitada de estos comicios. El fin de la incertidumbre sería algo positivo para los mercados, que huyen de las 'medias tintas'. "Este es el mejor escenario para los mercados y la libra, y es el que han venido descontando hasta hace poco", señala Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
Sin embargo, hay una segunda lectura a un triunfo con mayoría amplia para los Conservadores. "Una victoria muy clara de Theresa May permitiría que las negociaciones comenzasen de manera rápida y sin mayores interrupciones, pero también aumentaría el riesgo de un Brexit muy duro, incluso una salida sin acuerdo", apunta Borja Gómez, director de análisis de Inverseguros-Dunas Capital. Para Gómez, no habría ningún escenario del todo positivo para las bolsas a la hora de hablar del resultado electoral en Reino Unido. "Todos tienen puntos negativos de gran relevancia", recalca.
Si Corbyn y los laboristas se imponen, las lecturas aquí son más desfavorables que favorables para los mercados
El otro escenario probable, sobre todo si se tienen en cuenta las últimas encuestas, pasa por que los Conservadores ganen las elecciones, pero con lo que sería una victoria reducida que implicaría un resultado en línea con el que tienen actualmente. Esto, explica Borja Gómez, incrementaría la incertidumbre de manera notable. Fernández-Figares recalca que habría crisis dentro del partido ya que la apuesta de May de convocar elecciones para conseguir mayor respaldo habría sido un fracaso. "La libra caería y los mercados financieros británicos también", apunta el director de análisis de Link Securities, y añade: "No está claro cómo reaccionarían los europeos, ya que, en principio, la debilidad de Londres favorece a las negociaciones del Brexit, aunque podría ser todo lo contrario y favorecería un 'Brexit duro' impulsado por la parte más conservadora del partido de May. De todas formas, la inestabilidad política en el Reino Unido será, a largo plazo, negativa para Europa".
Los otros dos escenarios posibles (aunque menos probables) incluirían la pérdida de mayoría por parte de los Conservadores, en primer lugar, y el triunfo del Partido Laborista (algo que supondría una sorpresa evidente por mucho que éstos hayan subido en las encuestas). Si los Conservadores pierden la mayoría, desde Link apuntan que May se vería forzada a dimitir al tiempo que entrarían en escena la necesidad de acuerdos con socios. "May necesitaría socios de gobierno y, dependiendo de quiénes fuesen sus compañeros de viaje, la dureza de las negociaciones variaría de manera importante", señala Borja Gómez. La incertidumbre entraría en escena y la reacción de los mercados británicos y de la libra sería negativa.
Por último, si los Laboristas se imponen, las lecturas aquí son más desfavorables que favorables para los mercados. Por un lado, Corbyn sería partidario de un 'Brexit suave', lo cual, en principio, resulta positivo para Europa. Aun así, esta posibilidad -la de un Brexit suave- se ve como un tanto irreal, ya que se espera que la Unión Europea (UE) busque una salida dura que ayude a disuadir a otros países para seguir el camino de Reino Unido. Además, Corbyn, considerado bastante 'anti-empresa', aplicaría una serie de políticas (como el incremento de impuestos a las empresas y a las rentas altas) que no gustarían al mercado.
Al final, lo que parece claro para los expertos es que los mercados financieros británicos reaccionarían mejor si gana Theresa May de forma clara, cuanto más contundente mejor. Este resultado, aunque no puede decirse que sea "bueno" para el resto de Europa, sí que podría cotizarse en positivo por contagio y por reflejar un panorama sin cambios y con ausencia de incertidumbre. En todo caso, gane quien gane, el resultado electoral, lejos de ser el final, es realmente el punto de partido de un proceso, el del Brexit, que se antoja duro y complicado para Europa.