El pasado miércoles saltaba la sorpresa. Se conocía que los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) creen que puede ser apropiado adelantar las subidas de tipos y comenzar a reducir el balance. Este giro en la opinión de los banqueros se dio en el último Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), en el que también se aprobó duplicar el 'tapering' y terminar con los programas de compras de activos en marzo. Las consecuencias no se hicieron esperar, con caídas en la renta variable de Estados Unidos y las principales bolsas europeas. Los inversores están ahora muy pendientes de los siguientes pasos y cómo afectarán a los mercados.
"Creemos que la política de la Reserva Federal se centrará en el crecimiento de los salarios (que está en su punto más alto en 12 años, en niveles que están por encima del objetivo de la Fed, con indicadores de crecimiento salarial que siguen siendo fuertes)", dicen los expertos de Credit Suisse. De hecho, la propia Fed insinuaba en los escritos publicados el miércoles que se está cerca del pleno empleo.
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La Fed podría subir los tipos y reducir el balance más rápido, según las actas"Creemos que existe un claro riesgo de que el tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal tenga que terminar el año 2023 en el 2% (frente a las expectativas de la Reserva Federal del 1,6% y la opinión del mercado de algo menos del 1,8%)", calculan desde la entidad. Sostienen que la brecha de producción el año que viene se situará en su nivel más alto en los últimos 20 años, según las previsiones de consenso del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos. Esto exigirá "unas condiciones monetarias neutras".
Los bonos del Tesoro se han visto directamente impactados por esta situación. Su rendimiento llegó a superar la semana pasada el 1,7% en el caso de la deuda a 10 años. "Sigue habiendo una brecha anormalmente grande entre los PMI y los bonos que fue impulsada por el QE (programa de compras de activos del banco central americano), con la Fed comprando casi la mitad de la emisión neta desde mayo, y ahora este flujo de fondos se invierte", sostienen desde Credit Suisse.
El comportamiento de la deuda soberana es normal en un panorama de endurecimiento de la Reserva Federal, a menos que la política sea restrictiva, tal y como comentan.
"No creemos que la Fed se adelante a la curva y, por tanto, seguimos creyendo que el punto de equilibrio de la inflación a 10 años acabará subiendo al 3%", opinan.
PRESTAN ATENCIÓN A LOS TIPS
La clave, en este sentido, está en los bonos protegidos contra la inflación (TIPS, por sus siglas en inglés). Durante el 'taper tantrum', como dicen estos expertos, su rendimiento ha subido casi 130 puntos básicos. "El 71% de las veces que la inflación general se desplaza, el rendimiento de los TIPS sube", afirman.
Sin embargo, no creen que el rendimiento de este tipo de activos a 10 años suba mucho más allá de -50 puntos básicos, "dados los riesgos de cola de la inflación y el control de la curva de rendimiento en Japón".
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Los inversores acuden a los bonos del Tesoro de EEUU tras el endurecimiento de la Fed"Cada 1% en los TIPS resta un 1,5% al crecimiento del PIB, pero vemos suficientes fuerzas subyacentes para que el PIB de EEUU esté muy por encima de la tendencia este año, en torno al 4%", calculan.
Sobre la renta variable, se mantienen positivos. En este contexto, por regiones, creen que Europa y Japón son los ganadores si sube el coste de la deuda, mientras que EEUU y los mercados emergentes serían los perdedores. Así, reiteran 'sobreponderar' Europa.
Por sectores, una subida de los bonos protegidos contra la inflación puede ser problemática para los valores cíclicos no financieros. "Mantenemos una 'infraponderación' en los cíclicos no financieros (están valorando unos PMI mucho más altos, caros, y han ignorado la curva de rendimiento más plana), pero lo compensamos con creces 'sobreponderando' los financieros", sentencian.
"En algún momento, el aumento de los tipos será negativo para los bancos (debido al impacto negativo en el crecimiento de los préstamos, la calidad de los mismos y la curva de rendimiento, que compensará el impacto positivo en los márgenes de beneficio), pero eso sólo ocurrirá cuando la política vuelva a niveles neutrales o la curva de rendimiento se invierta", concluyen.