- Xi Jinping tratará de transmitir un mensaje de confianza en la fortaleza económica del gigante asiático
- Shinzo Abe acude a los comicios en Japón con el convencimiento de que ganará, pero podría perder buena parte de sus apoyos
Hay vida más allá de Cataluña. Pasan cosas que, de hecho, en lo que respecta al mercado, tienen potencial no sólo para mover al Ibex, sino a todas las bolsas mundiales. Una de esas cosas es Asia, y más concretamente China, que, con permiso de la crisis política nacional, va a centrar la atención de los inversores a partir de la semana que viene. La otra 'cosa' es el Banco Central Europeo (BCE), que cerrará el mes con los detalles del 'tapering' (retirada de estímulos) en su encuentro del día 26.
El 19 Congreso Nacional del Partido Comunista de China arranca el próximo 18 de octubre en medio de esa persistente sensación de que el gigante asiático está agotando su racha imparable de crecimiento. Aunque Asia sigue estando entre las apuestas favoritas de muchos analistas, es cierto que preocupa especialmente la evolución económica de China, por lo que algunos analistas esperan que, en este encuentro del Partido Comunista, se anuncie alguna medida para frenar la desaceleración económica. "En octubre se celebra el Congreso del Partido Comunista chino y a lo mejor entonces toman alguna medida para frenar la ralentización económica", adelantaba José Luis Cava, analista independiente, en declaraciones a 'Bolsamanía' el pasado mes de abril.
El 19 Congreso Nacional del Partido Comunista de China arranca el próximo 18 de octubre en medio de esa persistente sensación de que el gigante asiático está agotando su racha imparable de crecimiento
Roberto Scholtes, director de estrategia de UBS en España, apunta que la clave de este encuentro va a estar en dos aspectos. En primer lugar, "el énfasis en proseguir con el plan de reformas económicas que incluya reconversión de industrias obsoletas y contaminantes, reforma de las empresas públicas, regulación del crédito y moderación del ciclo inmobiliario", explica este experto. En segundo, "el respaldo a las políticas de Xi Jinping, con el nombramiento de una amplia mayoría de afines en el Politburó (máximo órgano ejecutivo del partido)". Para Scholtes, en la medida en que se cumplan ambos aspectos, el mercado consideraría más sostenible el ciclo económico en China y, por ende, en el conjunto del mundo. "Se reduciría el riesgo de una burbuja inmobiliaria que podría dar al traste con el ciclo global. Esto podría dar aún más impulso a las bolsas chinas y del resto de Asia", apunta este experto.
Desde UBS siguen apostando por el mercado asiáticos -"Somos positivos tácticamente y a largo plazo"- y subrayan que Asia "es la principal y casi única fuente genuina de crecimiento a escala global, con la incorporación cada año de decenas de personas a la clase media, aumentando la capacidad de consumo". En cuanto a sus preferencias, optan por las bolsas de China, mejor acciones H y 'Red Chips' (acciones que corresponden a compañías que cotizan en Hong Kong, pero cuyos intereses comerciales primarios están en China continental), e Indonesia, aunque India es el país más atractivo a largo plazo, en su opinión.
Los expertos de Oxford Economics se muestran más escépticos respecto a este encuentro. "A diferencia de muchos observadores, no esperamos que el Congreso dé lugar a grandes cambios en las políticas económicas". Explican estos analistas que el sistema actual de China, tanto político como económico, y la estabilidad de éste "no son compatibles con reformas audaces, potencialmente perturbadoras, y con el control más agresivo del crédito que otros parecen prever".
El Congreso del Partido Comunista Chino se celebra cada cinco años y es tan relevante porque marca la hoja de ruta que China seguirá a lo largo de los siguientes cinco. Está previsto que se extienda durante una semana en la que se aprobarán varios documentos de política, incluido el documento clave que el presidente Xi entregará el primer día. "Los documentos de política de alto nivel (que se aprueban en el Congreso) tienen más importancia en China que en muchos otros países. Son el resultado de meses de negociaciones y constituyen la base de la formulación de políticas por parte del aparato gubernamental", explican desde Oxford Economics.
El discurso de Xi, según estos analistas, se centrará probablemente en confirmar los objetivos a largo plazo y en destacar una "moderada prosperidad" y una duplicación del PIB entre 2010 y 2020. "En términos de la política económica y de reformas, la atención se centrará en la campaña contra la corrupción; la reforma de la empresa estatal y la capacidad de reducción; el desapalancamiento; la reforma financiera; la innovación y la campaña "Made in China 2015" ("Hecho en China 2025", campaña con la que el país el país espera convertirse en un actor dominante en una cantidad de nuevas tecnologías futuristas, como inteligencia artificial y robótica); la globalización y el medio ambiente", describen los expertos de Oxford Economics.
El éxito económico de China en las últimas décadas ha estado asociado a un singular patrón de crecimiento basado en las inversión pública y las exportaciones, desde el punto de vista del gasto; en la industria, en la perspectiva de la oferta y en un fuerte aumento del endeudamiento de los sectores no financieros. Tras la crisis financiera global, este modelo empezó a mostrar claras señales de agotamiento, lo que se ha reflejado en la moderación del ritmo de avance del PIB. La economía china ha crecido por debajo del 7% anual desde 2015 frente al 10,5% registrado en promedio en el periodo comprendido entre 2000-2007. "Las autoridades chinas, conscientes de que esta situación no garantiza un avance sostenido de la economía, han situado el 'reequilibrio' del modelo de crecimiento como uno de sus principales objetivos de política económica", explica el Banco de España en un informe publicado esta semana bajo el título "Los desequilibrios económicos de China y el papel del sector financiero", y añade: "China está afrontando una transición hacia un nuevo modelo de crecimiento más sostenible y equilibrado. Este proceso no está exento de riesgos asociados a los desequilibrios acumulados en su economía. (...) El reto de las autoridades es hacer compatible el doble objetivo de preservar la estabilidad financiera y de controlar el ritmo de desaceleración".
DE JAPÓN AL BCE
Si el 18 de octubre empieza el Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, el domingo 22 se celebran elecciones en Japón y el siguiente jueves, 26 de octubre, Europa vuelve a escena de la mano del BCE. Tres citas muy importantes a lo largo de este mes que tendrán que competir, aquí en España, con lo que ocurra o deje de ocurrir con Cataluña.
Desde UBS creen que la convocatoria de elecciones en Japón es "arriesgada" para Abe y auguran que posiblemente verá mermada su mayoría parlamentaria
Las inesperadas elecciones generales anticipadas en Japón han pasado a engrosar el calendario de un año que, si se ha caracterizado por algo, ha sido por las citas con las urnas. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, disolvió la Cámara Baja el pasado 28 de septiembre y el domingo 22 aspira a imponerse frente a sus adversarios debido a la imagen de liderazgo duro que ha adquirido en el marco de todas las tensiones con Corea del Norte. Desde UBS, sin embargo, señalan que el movimiento de Abe es "arriesgado" y auguran que posiblemente vea mermada su mayoría parlamentaria. Aun así, "la probabilidad de que Abe siga gobernando es elevada dada la debilidad y fragmentando la oposición". "Esperamos un impacto moderado (de estos comicios en el mercado), positivo por el probable respaldo de los 'Abenomics' (las medidas que ha impulsado Abe para alcanzar sus objetivos económicos), pero contrarrestado por el riesgo de que quiera imponer una política exterior más agresiva", señala Roberto Scholtes.
El BCE cerrará octubre y lo hará, previsiblemente, con la decisión del comienzo del fin de las medidas de estímulo más extraordinarias sobre la mesa. El círculo se cerrará en ese encuentro porque, de continuar así las cosas, Mario Draghi, presidente del BCE, tendrá que responder más de una pregunta no sólo sobre el 'tapering', sino también sobre Cataluña y los bancos españoles. Una interesante amalgama de acontecimientos para lo que queda de mes que probablemente contribuirá a incrementar la considerable dosis de volatilidad que se está observando en las bolsas... especialmente en la española.