• La mayor volatilidad se ha registrado en el mercado de divisas
  • La victoria de Trump podría beneficiar a sectores como infraestructuras, defensa o petroleras
Donald Trump

Una vez más, los mercados se han equivocado con su predicción. Aunque con un movimiento menos brusco que con el Brexit, compraron con Hillary Clinton para vender con Donald Trump. Las encuestas y los modelos de previsiones de las casas de inversión han vuelto a quedar en entredicho, mientras los inversores se dan prisa para reconfigurar sus carteras.

Y es que en este nuevo paradigma, con el excéntrico multimillonario Donald Trump en la Casa Blanca, no sólo hay perdedores. De hecho, los temores a un 'miércoles negro' que había durante la madrugada del martes al miércoles se han disipado a lo largo del día.

El problema para el común de los inversores es llegar tarde a las reacciones iniciales, como el desplome del peso mexicano y firmas expuestas al país, por ejemplo BBVA, o el rally del sector financiero estadounidense ante las expectativas de menores restricciones para su actividad.

Con independencia de la reacción inicial del mercado, no creo que el resultado de las elecciones presidenciales determine la evolución a largo plazo de los mercados

“Con independencia de la reacción inicial del mercado, no creo que el resultado de las elecciones presidenciales determine la evolución a largo plazo de los mercados”, argumenta Ángel Agudo, gestor de fondos de renta variable estadounidense de Fidelity. “Se han publicado numerosos estudios que han demostrado que el resultado de las elecciones presidenciales tiene un efecto limitado en el comportamiento de la bolsa estadounidense, y no creo que vaya a ser diferente esta vez”, añade.

Con este sentimiento coincide José María Luna, director de análisis y estrategia de Eafi Profim, que recomienda en los primeros compases “mantener la calma”. Pero esto no evita que los analistas puedan construir expectativas más favorables para unas empresas y más perjudiciales para otras.

Las primeras reacciones en las bolsas ya apuntan dos ganadores. Uno es el sector salud, debido a que Hillary Clinton había lanzado amenazas de políticas para controlar los precios de los medicamentos. Prueba de ello, la subida en bolsa de Grifols este miércoles en una jornada de caídas generalizadas en la bolsa española, o el rally del sector biotecnológico de Wall Street.

FERVOR POR EL SECTOR DE INFRAESTRUCTURAS

Las infraestructuras estadounidenses están actuando claramente como un freno para el crecimiento del PIB tras varias décadas de escasa inversión

El otro, el sector de las infraestructuras. En este caso, el potencial radica en la promesa de Trump de invertir más de 500.000 millones de dólares en infraestructuras durante su mandato. Aunque esta cifra parece poco probable pese a la mayoría republicana en el Congreso, los expertos aluden al déficit para creer que sí habrá gasto importante en esta materia. “Las infraestructuras estadounidenses están actuando claramente como un freno para el crecimiento del PIB tras varias décadas de escasa inversión”, arguye Ángel Agudo.

Este experto considera que aunque muchas empresas de ingeniería o materiales de construcción ya tienen reflejado esta proyección en precios, “surgirán oportunidades en las próximas semanas”. “Los stocks industriales que mantienen la infraestructura civil probablemente se beneficiarán de mayores oportunidades para proyectos gubernamentales”, agrega James Butterfill, director de análisis y estrategias de ETF Securities.

Ferrovial, ACS, FCC o OHL son empresas que “podrían sacar tajada en el reparto de contratos”, pronostica Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank. Aunque en este último caso, la constructora presidida por Juan Villar-Mir ha sufrido un primer impacto negativo por su exposición a México y el desplome del peso, como le ha ocurrido a BBVA.

Por su parte, desde Profim, Luna recomienda fondos de inversión especializados en infraestructuras de las gestoras Franklin Templeton, Deutsche Bank y Morgan Stanley. En este sentido, hay nombres propios disponibles como los productos Franklin Global Listed Infraestructure, Deutsche Global Infraestructure Fund o Morgan Stanley Investment Funds Global Infraestructure.

El gestor de Fidelity pone encima de la mesa también el sector de defensa, para el que Trump ha prometido más gasto, y agrega que “los presupuestarios han sufrido recortes en los últimos años, y es poco probable que se produzcan nuevos ajustes significativos en un contexto mundial marcado por las inquietudes en torno a la seguridad”. Luna coincide y añade al sector aeroespacial, para lo que apuesta por ETF de iShares o State Street. Es decir, el iShares US Aeorespace & Defense y el SPDR S&P Aerospace & Defense.

Un segmento que no pasa desapercibido para los expertos es el energético. Clinton abogaba por el incentivo de las energías limpias, mientras “Trump no parece que vaya a ocuparse en ese tema, a la vez que podrían darse pasos en firme en la regulación definitiva de la actividad del fracking”, expone Victoria Torre. Si esto se concreta, anticipa en España presión contra las acciones de Gamesa y apoyo para las de Repsol o Técnicas Reunidas. Otras empresas en situación similar a escala europea serán BP y Royal Dutch Shell.

¿Y PARA PERFILES CONSERVADORES?

No es una buena coyuntura para los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que probablemente sufrirán presiones, a consecuencia de las cuáles seguirá elevándose

Más allá de las empresas ganadoras y perdedoras con la administración Trump y sus efectos en la renta variable, los perfiles más conservadores también tendrán oportunidades en renta fija. Aunque no en deuda soberana estadounidense, a juicio de Dierk Brandenburg, analista de renta fija de Fidelity: “No es una buena coyuntura para los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que probablemente sufrirán presiones, a consecuencia de las cuáles seguirá elevándose”, puntualiza al señalar a la incertidumbre que provoca Trump y a sus expectativas de una normalización de tipos continuada por parte de la Reserva Federal (Fed) desde diciembre.

“El bono estadounidense no está siendo un activo refugio como otras veces”, indica Luna, que advierte de que la renta fija cada vez “ofrece menos potencial de rentabilidad y más riesgos”. Aun así, para los inversores con menos tolerancia de volatilidad recomienda comprar participaciones en fondos de deuda global con gestión muy activa, que pueden incluso ponerse 'cortos' en deuda soberana norteamericana y fluctuar con sus posiciones de liquidez. Sus consejos para un inversor conservador son vehículos como el Carmignac Sécurité, el Groupama Avenir Euro y el Candriam Bonds Credit Opportunities.

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