El verano está llegando a su fin y los expertos ya han empezado a analizar el panorama que se abre ante los inversores de cara al otoño. ¿Cómo configurar las carteras de la forma más adecuada si se quiere tener éxito? Esa es la gran pregunta a la que intentan dar respuesta los estrategas de AJ Bell, que aconsejan tomar la temperatura a los mercados a través de cinco indicadores.
El director de inversiones de la firma británica, Russ Mould, se ha referido a la reacción de los mercados tras el duro discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en el marco del simposio Jackson Hole hace unos días. El banquero central dijo que seguirán subiendo tipos aunque cause "cierto dolor" a la economía, lo que no ha sentado demasiado bien a los inversores.
"La negativa del presidente de la Reserva Federal, Jay Powell, a dar un giro a la política monetaria y a no dejar caer la posibilidad de recortar los tipos de interés en 2023 está dejando a los mercados con un caso tardío de depresión estival", apunta el experto de AJ Bell, que lanza un claro aviso a los inversores.
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La recesión también traerá oportunidades: dónde invertir para aprovecharlasComo dice, "deben decidir ahora si el fuerte repunte de los mercados bursátiles desde junio es el comienzo de una nueva oleada alcista o simplemente una perversa trampa para osos que atraerá a los incautos a sufrir un nuevo dolor en sus carteras". Para evitar el peor de los escenarios, aconseja a los inversores hacer un seguimiento pormenorizado de cinco indicadores porque puede ayudarles a "calibrar en qué dirección sopla el viento a medida que se acerca el otoño".
Un apunte, destaca Mould: "Por el momento, los cinco parecen delicadamente equilibrados". ¿Cuáles son?
1. El cobre: como dice el experto, la maleabilidad, ductilidad y uso en todo tipo de productos, desde coches hasta viviendas y electrodomésticos, convierten a este metal "en un gran barómetro de la salud económica mundial". El desplome del cobre en un tercio, hasta apenas 7.000 dólares la tonelada, desde los 10.000 dólares de este verano, "encaja con la opinión de que se avecina una recesión", pero el metal ha vuelto a superar los 8.000 dólares. En su opinión, "unas mayores ganancias ayudarían a reafirmar la fe de los inversores en el repunte del mercado de valores (aunque también podría advertir de la estanflación), mientras que una mayor debilidad avivaría los temores de una desaceleración económica y una recesión".
2. Las small caps: los valores de pequeña capitalización "son un excelente indicador del apetito por el riesgo" porque "tienden a obtener mejores resultados cuando los inversores son alcistas y caen más rápido que el mercado en general cuando son bajistas", destaca Mould. De hecho, apunta que los índices FTSE Small Cap y AIM del Reino Unido "se encuentran entre los índices mundiales con peores resultados en 2022", y el Russell 2000 de Estados Unidos "sigue en territorio de mercado bajista".
3. Los índices de transporte: "La vieja teoría dice que si los transportes no rinden, los industriales tampoco pueden hacerlo, ya que si no se envía nada, no se vende nada", recuerda el experto de AJ Bell. Por lo tanto, apunta, "puede ser un alivio para los alcistas que el Dow Jones de Transportes estadounidense esté un 10% por encima de sus mínimos". Pero, avisa, "si ese índice de referencia empieza a perder fuelle una vez más, podría haber problemas".
4. Bonos basura: los bonos de alto rendimiento se encuentran "en el extremo más arriesgado del espectro de la renta fija, como sugiere su nombre más peyorativo de 'bonos basura'", indica Mould. Los emisores tienen balances débiles, flujos de caja volátiles o ambas cosas, por lo que necesitan pagar un cupón más alto para atraer a los compradores del papel. Su perfil de riesgo puede ser similar al de la renta variable, por lo que los defensores de los mercados bursátiles querrán ver los buenos resultados del ETF iShares iBoxx High Yield Corporate Bond, que cotiza en Estados Unidos. "La mala noticia es que está cotizando por debajo del nivel de 80 dólares", y las anteriores caídas por debajo de ese umbral "señalaron una mayor volatilidad del mercado en 2008, 2015, 2020 y principios de 2022, por lo que una recuperación en este punto es una cuestión de cierta urgencia".
5. Volatilidad: el analista de AJ Bell recuerda que "la volatilidad puede ser la amiga del inversor -puede ofrecer oportunidades de vender acciones caras o comprarlas baratas-, pero la historia muestra que los índices bursátiles progresan mejor cuando lo hacen de forma serena y con una serie de ganancias modestas, tendiendo a irles peor cuando la negociación es agitada y hay grandes oscilaciones hacia arriba y hacia abajo". El VIX estadounidense, el llamado 'índice del miedo', se sitúa modestamente por encima de su media histórica de 19. "Esto sugiere que el sentimiento es ligeramente bajista, especialmente porque la lectura está subiendo tras el discurso de Powell en Wyoming", remarca Mould. "Esto probablemente sea bueno para las acciones, y encaja perfectamente con el avance del precio del cobre y los repuntes de las pequeñas empresas y los valores del transporte".