‘Business as usual’ en el mercado de las criptodivisas. El gran veto chino a los criptoactivos no ha provocado una sacudida catastrófica en los precios del bitcoin y las altcoins, más allá de las ventas provocadas por la noticia que se conocía el pasado viernes y que sí dejó caídas del 10% en algunos tokens. El soporte en 41.000 dólares ha aguantado y hasta se han visto subidas este lunes hasta los 44.000 dólares. Los expertos atribuyen esta reacción a que la prohibición a las transacciones en realidad ya se había descontado en el precio y a que el mercado se ha acostumbrado en cierta medida a los golpes de China.
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“El mundo es muy consciente de la postura crítica de China hacia las criptodivisas, que se tradujo en varias medidas enérgicas contra el segmento en los últimos años, como la prohibición de los intercambios y las ofertas iniciales de monedas en 2017 y 2018, así como la prohibición de las operaciones de minería a principios de este año”, señalan los expertos de Julius Baer. Pero la actividad regulatoria no cesará sobre un mercado capaz de escapar al control de gobiernos y bancos centrales y el riesgo real es que países como EEUU adopten una postura tan dura con el bitcoin como el gigante asiático.
Por ahora, pocos gobiernos han exhibido tanta contundencia como el de Pekín contra las ‘criptos’. Con el apagón a las transacciones decretado por el Banco Popular de China y otras entidades regulatorias del país, China se une a una corta lista de naciones donde toda actividad es ilegal y en la que también se encuentran Argelia, Bolivia, Egipto, Marruecos y Nepal. Por el momento, la posesión de criptoactivos no está penada en ninguno de estos países y sólo la India ha estudiado llegar a tal extremo, aunque el país aún no ha desplegado la regulación en que trabaja desde hace meses.
Pero si otros siguen los pasos de China y se unen a esta grupo, donde el gigante asiático es el más destacado miembro, las repercusiones podrían ser notables. Los expertos recuerdan que tanto EEUU como Europa están desarrollando leyes para regular el mercado y, en concreto, el Gobierno estadounidense ha subido el tono contra estos activos en los últimos meses.
El presidente de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC por sus siglas en inglés), Gary Gensler, se ha manifestado a favor de la regulación de los mercados de criptomonedas, y la SEC está trabajando a marchas forzadas para crear un conjunto de normas al respecto. Otros, como el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, también han expresado su preocupación por este sector.
Por otra parte, Wall Street, que se ha volcado con la creación de Satoshi Nakamoto durante el último año, presiona para que el enfoque sea benévolo y se creen normas que fomenten que la innovación inherente a este mercado se quede en EEUU. “En términos más generales para el complejo de las criptomonedas, observamos que los reguladores, también en Europa, siguen siendo muy críticos, mientras que cada vez más empresas exploran su potencial”, comentan desde Julius Baer. De hecho, cabe destacar que después de la prohibición al minado de criptas en China, los mineros se han instalado en lugares como Texas y Wyoming.
La UE, por su parte, habría decidido hacerle la guerra a la minería de criptomonedas bajo la bandera del medio ambiente. Con todo, se teme que se apliquen normativas que sigan los pasos de China, cuya cruzada contra la criptomoneda más operada del mundo y el resto de tokens se remonta a 2013.
“La decisión que ha tomado el banco central chino ante los criptoactivos es sin duda una muestra más de la falta de libertad económica que la población de aquel país tiene. Siendo reducida a la nada cualquier posibilidad de libertad financiera ”, comenta Álvaro Alcañiz, CMO y cofundador de Onyze. Opina este experto que este movimiento “afectará al mercado del bitcoin y las ‘altcoins’ no ya por una falta de confianza en él, si no por el impacto que supondrá esta prohibición en una de las localizaciones del planeta que más volumen aportaba a la negociación en abierto de estos activos”.
CHINA Y SU CRUZADA CONTRA EL BITCOIN
Si bien la del 24 de septiembre ha sido la acción más clara y contundente contra las criptomonedas, es la culminación de una larga lista de iniciativas que arrancó hace ocho años para cercar el bitcoin y, de paso, preparar el terreno para la adopción del yuan digital. En otoño de 2013, Pekín dio el primer paso al prohibir a los bancos realizar transacciones con el bitcoin, calificándolo de "bien virtual" y no de curso legal.
Cuatro años después, el gigante asiático ilegalizó las ofertas iniciales de monedas (ICO por sus siglas en inglés). Se vetaron también los criptobrókers en China. Los ciudadanos sortearon en gran medida la prohibición utilizando plataformas en el extranjero y el comercio entre pares.
En otoño de 2019, se contempló por primera vez eliminar la minería de criptomonedas, sin embargo, las medidas drásticas llegaron año y medio después, la pasada primavera, en varias provincias chinas ya que las actividades mineras amenazaban los objetivos medioambientales del país.
Pero no ha sido hasta el pasado viernes cuando se ha lanzado una medida que no deja lugar a la “ambigüedad”, publicó en un tuit el jefe de ‘criptos’ de PricewaterhouseCoopers, Henri Arslanian. "Las criptotransacciones y los criptoservicios de todo tipo están prohibidos en China. No hay espacio para la discusión. No hay zonas grises".