China ha establecido un objetivo de crecimiento en torno al 5% para 2024, un porcentaje similar al establecido para 2023, cuando la economía creció un 5,2%. Otra de las novedades es que el Congreso Nacional del Partido Comunista ha aprobado la emisión de bonos a muy largo plazo para financiar proyectos estratégicos por valor de 140.000 millones de dólares.
Además, China ha establecido un objetivo de déficit del 3% sobre el PIB, porcentaje que supone una revisión a la baja frente al 3,8% del año pasado.
Otros objetivos, similares a los de 2023, son alcanzar una tasa de desempleo urbano de alrededor del 5,5%, la creación de 12 millones de nuevos empleos urbanos y un aumento del índice de precios al consumidor en torno al 3%, muy por encima del IPC general del año pasado, que tan solo repuntó un 0,2%.
También se ha establecido un aumento presupuestario del 7,2% para el gasto en Defensa, una cifra que es muy seguida por Estados Unidos, debido a las ambiciones estratégicas del gigante asiático, sobre todo en lo que respecta a Taiwán.
"DESARROLLO DE ALTA CALIDAD"
El documento presentado este martes ha remarcado la necesidad de "garantizar tanto un desarrollo de alta calidad como una mayor seguridad" en la prevención de "riesgos y desafíos causados por las deudas existentes y protegernos contra los riesgos que surgen de nuevas deudas", en una clara referencia a la crisis inmobiliaria que está lastrando el crecimiento del país.
También ha indicado que "se están fortaleciendo los motores internos del desarrollo" y que se tomarán "medidas prudentes para desactivar los riesgos en las pequeñas y medianas instituciones financieras de algunas localidades y contra las actividades financieras ilegales".
China también se ha comprometido a "satisfacer las demandas de financiación justificadas de las empresas inmobiliarias bajo diversas formas de propiedad en igualdad de condiciones"; y a "realizar esfuerzos concertados para desactivar los riesgos de deuda de los gobiernos locales y al mismo tiempo garantizar un desarrollo estable".
Las principales prioridades seguirán siendo la innovación tecnológica y la mejora de la industria, con especial foco en automóviles de nueva energía, energía de hidrógeno, nuevos materiales, medicamentos innovadores y aviación comercial.
"NO ES FÁCIL ALCANZAR ESOS OBJETIVOS"
El primer ministro, Li Qiang, ha prometido que China eliminará las restricciones a la inversión extranjera en el sector manufacturero.
"No debemos perder de vista los peores escenarios y tenemos que seguir adelante con la transformación del modelo de crecimiento, haciendo ajustes estructurales, mejorando la calidad y mejorando el desempeño", ha explicado Qiang.
"No es fácil para nosotros alcanzar estos objetivos. Necesitamos apoyo político y esfuerzos conjuntos desde todos los frentes. Debemos implementar una política monetaria prudente de manera flexible, apropiada, específica y eficiente", ha añadido ante los delegados del Partido Comunista.
LA VALORACIÓN DE LOS EXPERTOS
Los expertos de Oxford Economics se muestran "escépticos" sobre el objetivo de crecimiento en torno al 5% y estiman "un crecimiento potencial probablemente más cercano al 4%", lo que implica que "es poco probable que la flexibilización de las políticas se detenga hasta que el objetivo esté a la vista".
"Aún absteniéndose de grandes estímulos, la transición hacia las 'nuevas fuerzas productivas' ocupará un lugar central este año. También hay indicios de que las autoridades están cerca de formalizar otro programa similar al de 2009 para apoyar el gasto de los hogares", añaden.