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Protestas en Hong Kong.

Mismos problemas, diferente año. A punto de arrancar el último mes de la primera mitad de 2020, los inversores observan con pasmo que tienen que afrontar, además de una crisis sin precedentes producto del coronavirus, los mismos problemas que en 2019. A saber: las tensiones entre Estados Unidos y China, con amenazas constantes de sanciones; los disturbios en Hong Kong; y la incertidumbre en torno al Brexit, cuando está a punto de arrancar la cuarta ronda de negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) el próximo 1 de junio.

De momento, todos estos problemas están siendo convenientemente ignorados por el mercado, que sigue absolutamente centrado en el Covid-19 y en su efecto económico y que, por ahora, tiene ganas de seguir extendiendo el rebote. Sin embargo, asuntos que en el pasado tuvieron un impacto negativo evidente en las bolsas, es muy probable que vuelvan a tenerlo ahora en cuanto el foco pase de la crisis sanitaria a ellos.

Donald Trump nos regala, casi a diario, comentarios beligerantes contra China, ya sea en sus comparecencias ante los medios o vía Twitter. Lo último que ha dicho el presidente estadounidense es que, para finales de esta semana, su país podría adoptar "acciones muy interesantes" sobre China por la ley de Hong Kong.

Y es que las tensiones entre EEUU y China tienen, a día de hoy, tres 'patas'. Por un lado están las acusaciones, especialmente desde EEUU hacia el gigante asiático, relacionadas con la autoría del brote de Covid-19. Trump ha remarcado que el virus ha afectado mucho más al resto del mundo que a China, que se ha recuperado mucho antes, y ha afirmado que ésta podría haber parado el virus "si hubiese querido". Por otro lado está la guerra re-abierta después de que China haya anunciado que presentará una nueva ley de seguridad para Hong Kong. El tema ya provocó graves disturbios el año pasado en Hong Kong y EEUU, como se indica más arriba, ha decidido que no se quedará en absoluto al margen de este asunto. Y, en tercer lugar, está el recrudecimiento de la guerra comercial entre ambas potencias motivado por estos dos temas: el Covid y Hong Kong. China ha dicho que tiene intención de implementar al acuerdo comercial de 'fase 1' pactado el año pasado, pero EEUU ha dejado claro que no tiene prisa y amenaza constantemente con dinamitarlo.

"Esperen más hostilidad en las próximas semanas y meses" entre China y Estados Unidos, advierte Craig Erlam, analista de Oanda, que se lamenta de que "estamos otra vez en 2019", ante los mismos problemas que el año pasado, "pero mucho, mucho peor" debido a la fragilidad del contexto actual.

Los mercados rebotaron en abril y han estado avanzando, aunque de forma mucha más lenta, en mayo. Jenny Owen, experta de la firma británica AJ Bell, advierte de que la reactivación de estos problemas podría acabar frenándolos. "Hay que admitir que las cuestiones del Brexit, las relaciones entre EEUU y China, los disturbios políticos en Hong Kong, así como los temores sobre una segunda ola de coronavirus, podrían hacer que los mercados se desviaran del camino con un solo clic, pero por ahora los inversores están recuperando su apetito por las acciones", apunta.

EL BREXIT, OTRA VEZ ANTE FECHAS LÍMITE

Reino Unido debe decidir a finales de junio si solicita una extensión de las negociaciones con la Unión Europea (UE). Sin eso, el 31 de diciembre saldrá del periodo de transición sean cuales sean los términos comerciales que se hayan acordado, e incluso puede darse una salida sin acuerdo. El primer ministro, Boris Johnson, ha dicho que decidirá en junio si suspende las negociaciones y se prepara para no llegar a un acuerdo, o si continúa porque un acuerdo parece posible.

De cualquier manera, el gobierno británico descarta categóricamente una extensión del periodo de transición, esperando que cualquier acuerdo se haga antes de fin de año. La última ronda de conversaciones antes de ese plazo comienza el 1 de junio.

"Asumimos que no habrá prolongación del periodo del transición", señalan los expertos de Bank of America Merrill Lynch. En su opinión, Reino Unido no solicitará una extensión de las negociaciones ni romperá las conversaciones con Europa.

"Esperamos que las conversaciones continúen y que se llegue a un acuerdo de libre comercio para finales de año. Dicho acuerdo probablemente implicaría aranceles cero o bajos, pero la re-imposición de una serie de barreras no arancelarias", adelantan estos analistas. "Suponemos que Reino Unido y la Unión Europea acordarán un período de introducción gradual de las nuevas condiciones comerciales, para evitar un cambio repentino el 31 de diciembre", concluyen desde BofA Merrill Lynch.

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