El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, ha defendido este viernes que el gravamen aplicado a la banca española por el Gobierno se puso en un momento en el ciclo "correcto", ya que los beneficios de las entidades subían, aunque ha advertido de que se trata de un argumento cíclico.
"El impuesto se puso en un momento en el ciclo que era correcto, en el sentido de que los beneficios subían, esto es cierto, pero era un argumento cíclico", ha señalado el regulador bancario europeo en un acto organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.
En este sentido, Campa ha afirmado que ser prudente "es guardar dinero y acumularlo en el sector", añadiendo que, independientemente de que el dinero se vaya al sector público o al sector privado, se va del sector. "Desde el punto de vista de prudencia, pues siempre es mejor que el dinero se quede dentro del sector", ha asegurado.
Por otra parte, el español ha destacado que "no es una situación única española", ya que se observa en más de la mitad de los países de la Unión Europea y que está muy vinculada a la forma en que los créditos están distribuidos.
De este modo, según Campa, en aquellos países que tienen una mayor preponderancia de créditos a tipo de interés variable, este debate es mucho más sensible, mientras que "el debate no existe" en los países que tienen una mayor preponderancia de préstamos a tipo de interés fijo.
PREPARARSE PARA EL FUTURO
Campa también ha instado a los bancos a ser prudentes y aprovechar el buen momento del ciclo para reforzarse de cara al futuro porque las circunstancias favorables "no van a estar siempre ahí". "La rentabilidad está siendo buena en el sector y es una buena oportunidad para aprovechar esos momentos buenos para prepararse para el futuro, porque los momentos buenos no van a estar siempre ahí", ha advertido.
En este sentido, el regulador bancario europeo ha reconocido que la subida de los tipos de interés, que además fue coordinada con otros países, ha tenido un impacto benigno en los resultados del sector en 2023, dependiendo de los modelos de negocio y de las estructuras de activo y pasivo, mientras que el comportamiento de la economía ha sido mucho más benigno de lo que se esperaba.
Sin embargo, ha advertido de que el endurecimiento de tipos de interés y la ralentización económica se traducirán en algún momento en incrementos en la morosidad y en deterioro de la calidad del crédito, por lo que ha recomendado "ser prudentes".
"Es un buen momento para que los bancos sean prudentes y se preparen para esa parte del ciclo", ha reiterado.
Asimismo, Campa ha señalado también la necesidad de abordar los cambios estructurales, incluyendo la inversión necesaria para la transformación tecnológica, donde el sector tiene que posicionarse adecuadamente y adaptarse a las necesidades de la sociedad.
"Ese cambio también, como siempre, trae muchas oportunidades pero también trae muchos riesgos", ha apuntado.
Por otro lado, ha recordado el desafío que supone la sostenibilidad, añadiendo que se está presionando a los bancos para que avancen en su capacidad de tener buenas metodologías de riesgos y de evaluación de los retos provenientes de esa transición.
REMUNERACIÓN DE LOS BANQUEROS
El presidente de la EBA considera que limitar cuantitativamente las remuneraciones de los banqueros mediante la introducción de topes no es una medida de política económica natural, mientras que ha defendido la posibilidad de establecer limitaciones estructurales a través de la forma en que se pagan dichas retribuciones.
"La fijación de precios o poner topes de precios no es, en general, una medida de política económica natural (...) pero sí creemos, somos grandes creyentes, en la forma de la estructura de esa remuneración", ha señalado.
Campa ha subrayado que la cuestión de establecer limitaciones cuantitativas a las retribuciones de los banqueros es un tema de Gobierno interno "y del mercado laboral de ejecutivos, que determinará un poco ese precio", mientras que otra cosa son las limitaciones a la estructura en la que se pagan esos sueldos.
En este sentido, ha recordado que hay normas bastante estrictas, como la limitación de la cantidad de variables versus retribución fija, así como respecto de la duración, la composición de la remuneración variable y aspectos vinculados al riesgo, básicamente acciones de la compañía, así como que no sólo haya bonus, sino también malos. "De todo esto somos grandes creyentes", ha afirmado.
Por otro lado, Campa ha señalado que la preocupación del Banco Central Europeo (BCE), supervisor del sector bancario, respecto de las figuras de presidente y consejero delegado apunta a la concentración del poder de decisión exclusivamente en una persona o en un conjunto muy pequeño de personas.
"Yo creo que lo que preocupa es precisamente el que haya exceso de concentración de decisiones en una única persona", ha señalado el presidente de la EBA, reconociendo que la estructura de gobernanza societaria difiere mucho entre los países de la zona euro.