Las bolsas de la región Asia-Pacífico han registrado pérdidas, en su mayoría, este lunes. Los inversores se han dejado llevar por el pesimismo tras el cierre a la baja de Wall Street el viernes, mientras esperan los datos de inflación de China que se conocerán esta semana. También están pendientes del IPC de EEUU que se conocerá el jueves.
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China publicará este martes su balanza comercial y el miércoles los datos de inflación, datos que que darán pistas sobre la trayectoria de recuperación del país. Pero hasta que se conozcan, las dudas han asaltado la operativa en este inicio de semana, de forma que el índice Hang Seng de Hong Kong ha caído ligeramente, mientras que los mercados de China continental también se han situado en terreno negativo: el Shanghai Composite ha perdido un 0,67%, mientras que el Shenzhen Component ha bajado un 0,97%.
En Australia, el S&P/ASX 200 ha caído un 0,22% para terminar en 7.309,2 puntos. En Corea del Sur, el Kospi se ha dejado un 0,85% y ha acabado en 2.580,7 puntos, lo que supone su cuarto día consecutivo de pérdidas, mientras que el Kosdaq ha sufrido pérdidas mayores, del 2,2%, y ha cerrado el día en 898,22 enteros.
Las bolsas de Japón han sido las únicas en positivo este lunes. El Nikkei 225 ha subido un 0,19% y ha cerrado en 32.254,56 puntos, borrando las pérdidas que había registrado durante la sesión. Por su parte, el Topix ha avanzado un 0,41% para terminar en 2.283,93 enteros. Cabe destacar que en las actas de su última reunión de julio, el Banco de Japón (BoJ) afirma que aún le queda un "camino significativamente largo por recorrer" antes de revisar su postura sobre su política de tipos de interés negativos. Y añade que todavía es necesario mantener su marco de control de la curva de rendimientos.
En la región, este lunes se han conocido además otros datos macroeconómicos, como el PIB de Indonesia, que creció en el segundo trimestre por encima de las previsiones de los analistas. En concreto, se elevó un 5,17% interanual, por encima del pronóstico del consenso, que apuntaba a un crecimiento del 4,93%. En términos trimestrales, el PIB del país del sudeste asiático creció un 3,86%.
También se ha publicado la inflación tailandesa de julio, que ha subido menos de lo previsto. Según los datos del Gobierno, el IPC creció un 0,38% respecto a hace un año, por debajo de las expectativas de los analistas, que auguraban una subida del 0,64%. La lectura, comparada con el aumento interanual del 0,23% de junio, representa el tercer mes consecutivo en que la inflación se mantiene por debajo del rango objetivo del banco central del país, entre el 1% y el 3%.
