- El BCE ha anunciado un 'tapering' blando que consistirá en reducir la compra de activos a 30.000 millones mensuales hasta septiembre
- Está habiendo compras de todos los bonos, aunque más intensas para la deuda española
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La prima de riesgo cae con fuerza este jueves en un día de locos para los inversores de renta fija. El precio de los bonos sube por toda Europa, después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara un 'tapering' blando consistente en que desde enero comprará activos por valor de 30.000 millones de euros mensuales -ahora, 60.000 millones- al menos hasta septiembre. Pero España tiene su propia situación interna que afecta de forma diferente al mercado con la crisis catalana. La especulación en torno a un posible adelanto electoral en Cataluña ha centrado la atención de los inversores, provocando continuos movimientos en los precios de la deuda española.
Los títulos españoles a 10 años cotizan en el mercado secundario con alzas del 0,7% -han llegado a subir un 1%-, que se moderaron levemente tras la suspensión del discurso esperado de Puigdemont, que estaba programado para las 13:30 horas. Después volvieron a repuntar a la espera de la declaración institucional y, tras comprobar que descarta la convocatoria de elecciones autonómicas, moderan sus ganancias. La rentabilidad disminuye -relación inversa con el precio- hasta niveles del 1,57% -ha rozado el 1,5%-.
La especulación sobre elecciones en Cataluña ha alimentado las compras de deuda española en mayor medida que el resto de bonos europeos. Al cierre, la prima de riesgo se mueve con caídas del 3% al borde de los 112 puntos -había perdido los 110 puntos durante el día-. Mientras que el caso del bono a dos años, cotiza prácticamente plano con un retorno negativo en el -0,294%.
La crisis catalana ha provocado movimientos bruscos puntuales en la deuda española desde el referéndum ilegal y sin garantías del 1 de octubre, aunque en la mayoría de los casos ha sido con repuntes de la rentabilidad -y caída del precio- por la reducción de la exposición a los bonos del Tesoro que han acabado moderándose. No en vano, la política ultraexpansiva del BCE limita cualquier alza de los retornos de la renta fija, debido a los tipos al 0% y a su programa de compras de activos (APP, por sus siglas en inglés).
Este estímulo consiste en la compra de activos de 60.000 millones de euros. Al menos hasta diciembre, "y más allá si fuera necesario", según había dicho hasta ahora el banco central. Hoy, en una reunión sobre la que había mucha expectación en el mercado, ha anunciado que desde enero reducirá el volumen hasta los 30.000 millones mensuales y la nueva fecha de referencia será septiembre. Igualmente, "hasta el final de septiembre de 2018, o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación", refleja el comunicado del BCE posterior a la reunión.
El mercado ha respondido con compras moderadas en renta fija. El bono alemán a 10 años sube un 0,3%, con lo que el rendimiento se reduce hasta el 0,45%. El retorno de la deuda italiana, por su parte, disminuye por debajo del 2% gracias a la subida del 0,4% del precio de los títulos. En el mercado de divisas, el euro corrige medio punto porcentual, hasta los 1,175 dólares. "Si bien los bonos pueden beneficiarse y puede haber un ligero debilitamiento del euro, no hay nada que sorprenda de ninguna manera, por lo que esperamos que los bonos permanezcan dentro de un rango apretado en el futuro previsible", anticipa Paul Hatfield, director global de inversiones de Alcentra, de BNY Mellon IM.