Luiz Inácio Lula da Silva (50,88%) se ha convertido en presidente de Brasil tras ganar a su rival Jair Bolsonaro (49,12%) por un estrecho margen, en una jornada electoral que no se ha resuelto definitivamente hasta el final del recuento.
De esta forma, Lula ha recuperado la presidencia después de sus mandatos de 2003 y 2010, en una campaña que ha estado marcada por una fuerte polarización entre sus partidarios y entre los seguidores de su rival conservador.
Durante su presidencia, Lula "llevó a cabo importantes reformas sociales destinadas a sacar a la gente de la pobreza", según recuerda Edward Glossop, economista de mercados emergentes de la gestora abrdn.
"Pero la trayectoria económica de Lula se vio favorecida por un contexto externo que no se repetirá. Mientras que el rápido crecimiento de China y el aumento de los precios de las materias primas contribuyeron a elevar el crecimiento brasileño y a mejorar la posición fiscal durante la década del 2000; la economía mundial parece ahora dispuesta a entrar en recesión. Lula puede optar por responder con ayudas fiscales, lo que agravaría las preocupaciones en torno a la deuda pública", añade este experto.
En su opinión, Lula tendrá "la necesidad de mantener la credibilidad en los mercados" y no interferirá en la política monetaria del "Banco Central de Brasil, que parece que va a retrasar los recortes de tipos de interés mientras la inflación subyacente siga siendo rígida".
Para Edward Glossop, "los inversores del país esperan un mayor compromiso de la nueva administración con las políticas medioambientales, ya que sería beneficioso para Brasil, debido al aumento de la concienciación en materia de ESG en torno a la inversión; esto probablemente abriría más oportunidades en torno al comercio y la inversión extranjera".
"Sin embargo", añade, "estas oportunidades a largo plazo deberán equilibrarse con los retos de una recesión global en un entorno inflacionista, con limitaciones en el frente fiscal. El predominio fiscal sigue siendo un riesgo (de cola). Y sin un ancla fiscal creíble, es probable que las primas de riesgo de los activos brasileños sigan siendo elevadas".