La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha pedido que se comience por la mutualización de deuda en Europa como un paso previo para la unión de mercado de capitales, algo que "lleva muchos años escuchando, pero no acaba de cuajar".
En una conversación con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el periodista James Harding, durante la Conferencia Internacional de Banca 2024, que organiza la entidad, Botín ha afirmado que la mutualización es "una manera muy sencilla" para llegar al mercado de capitales y que permitiría contar con "miles de millones de euros de financiación adicional" para crear trabajo, beneficios e impuestos.
"El mercado único de capitales... todos lo buscamos, pero seamos realistas, ¿cuándo va a pasar? Yo llevo mucho tiempo en esto, he escuchado discursos, me han comentado muchas ideas y no acaba de cuajar. La mutualización es una manera muy sencilla", ha comentado en concreto, ligando también esta idea a la "sobrecarga de deuda" que tienen los gobiernos de los Estados miembros.
"Están sobrecargados de deuda. Es muy difícil que los gobiernos asuman más deuda. Tenemos que abrir la puerta a esta mutualización", ha remarcado, señalando también que la falta de este tipo de operaciones en Europa se debe a una combinación de factores, incluyendo la "falta de compromiso político" en el seno de la Unión.
Por otro lado, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que la presidenta del Parlamento Europeo haya mencionado que existe una excesiva regulación dentro de la UE.
"Me encanta que la presidenta del Parlamento europeo haya dicho, y aquí estamos muchos, que conste en acta, que hay que frenar un momento y dejar de ir hacia adelante con todas las normas y legislaciones para ver cuáles son sus consecuencias", ha afirmado.
Se ha referido así a una de sus tradicionales peticiones, como es la de solicitar una armonización legislativa dentro de la UE, así como una menor carga de la regulación que impacta sobre el sector financiero.
Botín ha señalado también la diferencia entre los objetivos que existen en el sistema financiero de EEUU y de Europa. En el primer caso, el crecimiento sostenible en el tiempo es la meta principal, mientras que el objetivo de los reguladores en Europa es la estabilidad de precios.
"Los gobiernos tendrán que debatirlo, pero tiene sentido que, ahora que Europa está creciendo muy poco, nos planteemos este mandato del crecimiento sostenible, porque es algo que podría marcar la diferencia", ha indicado en su intervención.