El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, ha asegurado este martes que el organismo necesita conocer "un poco más de datos" para así logar la confianza que ansía sobre el control de la inflación y poder comenzar a recortar los tipos de interés.
El banquero central ha destacado que quiere estar seguro de que la inflación se dirige de manera sostenible a la meta del 2% interanual antes de comenzar de flexibilización monetaria, ya que de lo contrario el organismo corre el riesgo de tener que revertir la marcha ante algún repunte inesperado de los precios.
"Queremos estar absolutamente seguros. Sería realmente malo si empezáramos a reducir las tasas y luego tuviéramos que dar marcha atrás y subirlas nuevamente", ha señalado ante la Conferencia de Profesionales Financieros Afroamericanos en Atlanta en declaraciones recogidas por 'Bloomberg'.
En la cita, Bostic ha vuelto a reiterar que espera que los recortes de tipos lleguen "hacia finales de año", una postura que mantiene desde hace meses.
En lo que respecta a los datos, el organismo tiene una prueba de fuego este miércoles con la publicación del IPC del mes de julio, para el que se espera una ligerísima moderación hasta el 2,9% desde el 3% anterior. Para la tasa subyacente también se prevé una leve caída hasta el 3,2% desde el 3,3% de junio.
Esto tras la sorpresa positiva que ha dejado el Índice de Precios de Producción este martes, con una caída mayor de lo esperado, hasta el 2,2% en tasa interanual, una décima por debajo de las previsiones de consenso.
El mercado ya descuenta que los primeros recortes de tipos llegarán en la reunión de septiembre, con la duda de si la primera bajada será de 25 o de 50 puntos básicos. Los datos que se conozcan hasta la fecha, como las ventas minoristas o las cifras de paro de este jueves, ayudarán al banco central a perfilar su decisión.