Los mercados asiáticos extienden una sesión más el repunte tras haber dejado atrás el miedo a Ómicron, la nueva variante del Covid-19, alcanzando un máximo de casi dos semanas. Sin embargo, las acciones de Hong Kong quedaron a la zaga.
El índice Hang Seng de Hong Kong bajó un 0,12%. Por su parte, el Shanghai Composite subió un 0,86% y el Shenzhen, un 1,55%. El Nikkei 225 de Japón rebotó un 1,5% y el Topix avanzó un 0,86%. El Kospi de Corea del Sur subió un 0,7%, mientras que en Australia, el S&P/ASX 200 rebotó un 1,57%.
Una muestra del alivio mundial que reina entre los inversores, que aplauden las señales de que la variante Ómicron podría ser menos perjudicial para la economía mundial de lo que se temía al principio.
En cuanto a los datos macroeconómico, Japón informó que su economía se contrajo un 3,6% en el tercer trimestre, peor que la estimación inicial de una contracción del 3%, según mostraron las cifras revisadas del gobierno.
En el terreno empresarial, el importante desarrollador inmobiliario chino Kaisa es protagonista. Después de la crisis de Evergrande, Kaisa también se ha visto envuelta en problemas de deuda.
Mientras, Weibo debutó en el mercado el miércoles, en lo que fue su cotización secundaria a un precio de oferta de 272,80 dólares de Hong Kong por acción. Su cotización principal está en el Nasdaq. Las acciones de Weibo que cotizan en Nasdaq se desplomaron más del 10% la semana pasada. Esto se produce después de que el gigante chino Didi dijera la semana pasada que deja de cotizar en la Bolsa de Nueva York y, en su lugar, hará planes para cotizar en Hong Kong.