Grecia dice adiós al populismo de Syriza y Tsipras. La victoria electoral de Nueva Democracia, partido conservador de centro-derecha liderado por Kyriakos Mitsotakis, lleva calentando la bolsa de Atenas durante semanas. La sesión de este lunes, justo después del evento electoral, los inversores han apostado por la recogida de beneficios y el índice ha caído un 1,84%.
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La confianza ha vuelto a Grecia. Así lo demuestran su deuda, con el rendimiento de su bono en mínimos, y la bolsa, con una subida del 45% en lo que va de año (+13,4% solo en la semana pasada, la de los comicios).
"El peso de la responsabilidad es grande", ha reconocido el que será nombrado nuevo Primer Ministro griego este mismo lunes. "Asumo esta carga siendo consciente de la situación en la que se encuentra el país", ha apostillado. La economía griega se ha expandido un 1,9% en 2018 y va camino de sumar otro 2% en 2019.
Grecia planea además sacar más bonos a finales de mes para aprovechar el momento y asegurarse el acceso a los mercados financieros que perdieron desde 2010.
Algunas de las promesas electorales de Mitsotakis son: estabilidad fiscal, fomentar la inversión y asegurar la seguridad de la estructura gubernamental. Precisamente, la que más celebran los analistas es la rebaja de impuestos a las empresas para potenciar el entorno empresarial del país heleno y atraer nuevamente inversión extranjera.
Estas políticas centradas en el crecimiento contrastan con las políticas más sociales de su antecesor en el cargo, Tsipras. Un relevo político que, los analistas de Berenberg, explicaron así: "Grecia demuestra que el populismo puede ser domado y derrotado" con el país helénico demostrando que "puede bailar al son de la Eurozona pese a que a veces sea complicado y en el camino haya baches".
