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Bank of America (BofA) ha revisado el precio objetivo que otorga al S&P 500, aunque sigue siendo algo pesimista. Ahora cree que podría acabar el año en los 3.250 puntos (antes lo situaba en los 2.900), una valoración que sigue muy por debajo del actual nivel de cotización del índice estadounidense. Eso sí, esa es la media que extrae de los cinco posibles escenarios que contempla para el selectivo. Dependiendo de cuál se materialice su desempeño puede variar, y mucho, y es que en el peor de los casos ve al S&P 500 en los 2.200 puntos y, en el mejor, en los 4.000 a finales de 2020.

"El objetivo de fin de año del S&P 500 es 3.250, pero el rango es amplio", señalan los expertos del banco en un informe titulado 'El nuevo anormal', en el que destacan que cuatro de sus cinco modelos prevén "retornos positivos a partir de aquí", mientras que hay dos que "prevén retornos superiores a la media".

En BofA saben que su precio objetivo "sigue siendo de los más bajistas" entre los que otorgan los analistas (por ejemplo, Goldman Sachs sitúa al índice en los 3.600 a final de año, mientras que JP Morgan le ve en 3.400; Morgan Stanley, en 3.350 y Siciété Générale, en 3.300), pero reconocen que es porque el panorama al que se enfrenta el mercado es muy incierto. Por eso el rango de resultados basado en los escenarios del peor caso (segunda ola, recesión con caída de doble dígito) frente al mejor (vacuna, estímulos, tipos bajos durante mucho tiempo) "es aproximadamente de 2.200 a 4.000 puntos".

El banco insiste en que "no estamos fuera de peligro", sino "todo lo contrario", porque por delante, al menos en EEUU, hay muchos elementos que podrían dar al traste con el avance que viene registrando el S&P 500. "En los meses que preceden a las elecciones se suele observar un aumento demostrable de la volatilidad", recuerda BofA, que incide también en que la política "acomodaticia" está golpeando a la velocidad del índice (por el fracaso al intentar aprobar más estímulos y por propuestas como la de subir el impuesto de sociedades, entre otras cosas), lo que "plantea riesgos".

Y eso sin olvidar la amenaza de la segunda ola de Covid-19, que "podría aumentar con la vuelta al cole", y que "los despidos se están acelerando". En opinión de los expertos de la entidad, solo la vacuna "sería realmente alcista", pero no para el S&P 500, sino para otros índices de referencia. BofA lo explica de la siguiente manera.

"Desde el inicio de la flexibilización cuantitativa, el liderazgo del S&P 500 se ha centrado en dos temas: el crecimiento secular y la calidad/rendimiento del dinero, lo cual no es sorprendente dado el lento crecimiento económico y la escasez de ingresos. La composición del S&P 500 es ahora un 70% de alta calidad, un récord, frente al Russell 2000, donde hay un 23% de alta calidad (y otras regiones tienen un sesgo similar de baja calidad). Por lo tanto, en un escenario de recuperación total del Covid-19, que favorecería a los cíclicos, el S&P 500 podría ir significativamente a la zaga de otros mercados".

OPTIMISTAS... SOLO A LARGO PLAZO: 5.200 PUNTOS DENTRO DE 10 AÑOS

Sin embargo, Bank of America sí se muestra optimista con el índice estadounidense a largo plazo. "Si bien somos neutrales con las renta variable a corto plazo, creemos que el S&P 500 puede superar a otras clases de activos en un horizonte de tiempo más largo", dicen los expertos del banco. En su opinión, "la probabilidad de perder dinero en las acciones disminuye significativamente a medida que se extienden los horizontes temporales", y aunque las valoraciones pueden no impulsar los rendimientos a corto plazo, "explican cerca del 80% de los rendimientos del S&P 500 en un horizonte de tiempo de 10 años".

Por eso, a pesar de que las valoraciones actuales son elevadas, BofA espera para el índice "retornos anuales del 3%-4%" en la próxima década, lo que situaría al S&P 500 en los 5.200 puntos. Es más, afirma, aunque esta previsión "está por debajo de la rentabilidad media a largo plazo del S&P 500, tras añadir una rentabilidad de dividendos de aproximadamente el 2%, es probable que haya una rentabilidad del 5%-6% y supere a la mayoría de las ofertas de renta fija de calidad similar".

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