un trader a la bourse de new york nyse

Los tambores de recesión suenan con fuerza en Europa. El endurecimiento monetario llevado a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) en su lucha contra la inflación y el desvanecimiento del apoyo fiscal van a pasar factura al crecimiento del Viejo Continente. Una situación que también se dejará sentir en el mercado y para la que los estrategas de Bank of America (BofA) ya han lanzado la voz de alarma.

"Seguimos siendo negativos sobre las acciones europeas". Así de rotundos se muestran en su último informe sobre renta variable en Europa, donde además estiman una caída del 15% en el Stoxx 600 a principios de 2024.

"Nuestras expectativas de un debilitamiento del impulso del crecimiento y una disminución de la inflación implican primas de riesgo más amplias, menores beneficios por acción y tipos más bajos en el futuro, lo que es coherente con una caída del 15% en el Stoxx 600 hasta 390 a principios del próximo año", explican estos expertos.

Esta previsión de la entidad viene marcada por la historia, ya que, durante los últimos 50 años, en cada episodio en el que se produjo un endurecimiento monetario que dio lugar a una recesión hubo una corrección de alrededor del 20% o más, y los valores cíclicos tuvieron un rendimiento inferior al de los defensivos en un 30%.

Por ello, los analistas de BofA también 'infraponderan' los valores cíclicos frente a los defensivos y apuestan por un rendimiento inferior del 8% para las acciones cíclicas frente a las defensivas y un rendimiento inferior del 12% para los títulos de valor frente a los de crecimiento.

LA ECONOMÍA PIERDE IMPULSO

La visión negativa sobre la bolsa europea tiene su reflejo en la evolución de la economía, que irá perdiendo dinamismo poco a poco como consecuencia del reciente ajuste monetario.

"Cada ciclo de alzas en los últimos 50 años que vio un aumento interanual de más de 300 puntos básicos en la tasa de los Fondos Federales resultó en una fuerte caída. Dado que la variación interanual de la tasa de los fondos federales alcanzó un máximo de 450 puntos básicos en el ciclo actual, vemos margen para que el impulso del crecimiento se debilite en el futuro", subrayan los analistas de BofA.

En este sentido, y a pesar del fuerte endurecimiento de las condiciones crediticias en EEUU, la economía del país se ha mantenido firme hasta ahora.

Una resiliencia que desde la firma creen que se debe al impulso de un impulso fiscal positivo y al apoyo de las empresas que están agotando los pedidos atrasados ​​de la era de la pandemia.

Sin embargo, hay señales de que el impulso del crecimiento está empezando a revertirse, puesto que el PMI estadounidense cayó de un máximo de 54 en mayo a 49 en agosto y el impulso fiscal comienza a debilitarse.

"La pérdida de impulso del crecimiento se intensificará en los próximos meses, ya que las condiciones crediticias continúan endureciéndose debido al impacto retardado de las anteriores subidas de los bancos centrales; el impulso fiscal estadounidense vuelve a ser neutral, a medida que termina la concentración inicial de subsidios provenientes de los proyectos de ley de estímulo de la administración y la recaudación de impuestos aumenta debido a la reanudación de los pagos del impuesto a las ganancias de capital; y disminuye el apoyo de las empresas que están reduciendo sus pedidos pendientes", concluyen en BofA.

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