A falta de una semana para que se celebre la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE), Bloomberg ha informado este jueves de que la entidad planea modificar su objetivo de inflación para adaptarlo a la era postcrisis, una medida que podría alterar la política de estímulos monetarios.
De ser cierta esta información, se alteraría el debate sobre el rumbo que adoptará la política monetaria en la eurozona, y no valdría el objetivo fijado de una inflación próxima pero inferior al 2%.
A pesar de todas las inyecciones de liquidez y estímulos monetarios introducidos por el BCE durante los últimos años para paliar los efectos de la crisis, el IPC en la eurozona se mantiene lejos de su objetivo de inflación. El dato revisado de junio sitúa el IPC en el 1,3%.
La brecha existente entre este porcentaje y el objetivo de inflación justifica la puesta en marcha de una nueva batería de estímulos monetarios por parte del BCE. Las actas de su última reunión celebrada el pasado 6 de junio, recogieron que las expectativas de inflación dejan al banco central sin "margen para la complacencia".
EL REGALO DE DRAGUI
El analista de Monex Europe, Bart Hordijk, asegura que esta modificación del objetivo de inflación es "un regalo de despedida de la época Dragui que puede atar las manos de Lagarde y afectar a las perspectivas del euro".
Con esta medida el BCE podría volverse aún más moderado y mantenerse en un régimen "más bajo por mucho más tiempo, lo que mantendrá al euro por debajo de los valores promedio a largo plazo durante un período prolongado, según palabras del experto de Monex Europe.