El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado este martes los resultados de su proceso de revisión y evaluación supervisora (PRES) de 2023 y sus prioridades supervisoras para 2024-2026. El PRES es un elemento principal de la actividad de los supervisores bancarios europeos, que les permite evaluar los riesgos a los que se enfrentan las entidades de crédito y si los están gestionando adecuadamente.
Sobre la base de los resultados del PRES, el BCE determina los requerimientos de capital e impone medidas cualitativas para subsanar las deficiencias para cada entidad. Los resultados del PRES también se tienen en cuenta para la elaboración de las prioridades supervisoras de los siguientes tres años.
Los resultados del PRES muestran que las entidades de crédito tienen posiciones de capital y de liquidez sólidas y que su rentabilidad ha mejorado.
"El sector bancario de la zona del euro siguió mostrando fortaleza y resiliencia en 2023. En promedio, las entidades de crédito mantuvieron posiciones de capital y de liquidez sólidas, muy por encima de los requerimientos regulatorios. La rentabilidad de las entidades recuperó niveles no observados en más de una década, lo que refuerza su capacidad para hacer frente a perturbaciones externas, como mostraron los resultados de la prueba de resistencia a escala de la UE de 2023", ha explicado el BCE.
"Sin embargo", ha añadido el regulador, "las débiles perspectivas macroeconómicas y el endurecimiento de las condiciones de financiación siguen siendo una fuente de riesgo para las entidades de crédito europeas. La rápida subida de los tipos de interés ha favorecido la rentabilidad general de las entidades, pero este efecto disminuirá a medida que trasladan esas subidas a los depositantes".
"Al mismo tiempo", el BCE ha indicado que "el aumento de los tipos de interés ha contribuido a los riesgos de crédito, valoración y liquidez. Las turbulencias registradas en los mercados en marzo de 2023 pusieron de manifiesto la importancia para el sector bancario de gestionar efectivamente el riesgo de tipo de interés".
En este contexto, la puntuación media del PRES se ha mantenido prácticamente estable en un 2,6 (en un intervalo comprendido entre 1 y 4), y un 70% de las entidades obtuvieron la misma puntuación que en 2022, un 14% empeoraron su puntuación y un 15% la mejoraron.
Gobierno interno, gestión de riesgos y planificación del capital siguen siendo áreas clave de la actividad supervisora ante el deterioro de las perspectivas de riesgo.
Durante el ciclo de 2023, los supervisores observaron que las debilidades estructurales recurrentes son atribuibles a una mala planificación estratégica y una diversificación insuficiente, agravadas por deficiencias de gobierno interno.
Tras esta evaluación, el requerimiento de Pilar 2 (P2R) de capital de nivel 1 ordinario (CET1) específico de cada entidad se ha incrementado ligeramente, en promedio, desde el 1,1% hasta en torno al 1,2% de los activos ponderados por riesgo. El P2R incluye recargos por financiación apalancada de riesgo para ocho entidades, y por exposiciones dudosas para otras veinte.
En términos de CET1, la suma de los requerimientos de capital y la recomendación de Pilar 2 (P2G) ha aumentado desde el 10,7% hasta el 11,1%, debido al impacto de las políticas macroprudenciales.
Esto se debió principalmente a que varios países reintrodujeron o aumentaron sus colchones de capital anticíclicos y, en menor medida, a cambios en los perfiles de riesgo y en los recargos por exposiciones dudosas.
En términos de capital total, la suma de los requerimientos de capital y la recomendación de Pilar 2 (P2G) ha aumentado ligeramente hasta el 15,5% de los activos ponderados por riesgo, frente al 15,1% observado en el ciclo del PRES de 2022.
El BCE ha aplicado por primera vez un requerimiento de ratio de apalancamiento de Pilar 2 a seis entidades con un riesgo de apalancamiento excesivo particularmente alto. Este requerimiento obligatorio específico para cada entidad se situó en un promedio de 10 puntos básicos y es adicional al requerimiento mínimo de una ratio de apalancamiento del 3% vinculante para todas las entidades.
El BCE también aplicó recomendaciones de Pilar 2 respecto a la ratio de apalancamiento (P2G-LR) a siete entidades. Asimismo, el BCE impuso medidas de liquidez cuantitativas a tres entidades, requiriéndoles períodos de supervivencia mínimos y colchones de liquidez para divisas específicas.
En este contexto, el BCE ha reorientado ligeramente sus prioridades supervisoras para los próximos tres años. Para reforzar la capacidad de resistencia de las entidades ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas (prioridad 1), el BCE pedirá a las entidades que subsanen las deficiencias en sus marcos de activos y pasivos y en su gestión del riesgo de crédito y de contraparte.
Las entidades también deben acelerar la corrección efectiva de las deficiencias en el gobierno interno y en la gestión de los riesgos relacionados con el clima y medioambientales (prioridad 2). Por último, deben seguir avanzando en su transformación digital y en la elaboración de marcos sólidos de resiliencia operativa (prioridad 3).