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El nuevo Informe de Bonos Verdes y Sociales 2022 que ha publicado BBVA subraya que en el último curso el banco duplicó el número de bonos verdes emitidos, según anuncia la entidad este miércoles en un comunicado. Desde 2018, el banco ha emitido ocho bonos verdes por un importe total de 4.723 millones de euros, la mitad de estas emisiones se produjeron el pasado año por un valor de 1.688 millones de euros.
El informe reporta que BBVA ha emitido esos 8 bonos verdes para proyectos relacionados con energías renovables (55%), transporte sostenible (18%), edificios verdes (15%), eficiencia energética (3%) y otros como la gestión del agua y de los residuos.
Los proyectos financiados y refinanciados por los bonos verdes de BBVA han evitado un total de 1.516.738 toneladas de emisiones de CO2 equivalente (igual a la cantidad de emisiones de 749.006 coches en un año), trataron un volumen de 25.641.813 m3 de agua (igual al consumo anual de agua de 528.207 ciudadanos españoles) y se han tratado 549.726 toneladas de residuos (equivalente a los residuos anuales que generan 1.243.724 millones de personas).
El banco logró el pasado año su primera emisión con el sello verde para un bono de deuda sénior preferente y la mayor conseguida para un emisor financiero español con esta etiqueta, por un valor de 1.250 millones de euros.
En el caso de los bonos sociales, BBVA cuenta con dos bonos por un importe total de 2.000 millones de euros. En concreto, los fondos recibidos del Bono Social Covid-19, por valor de 1.000 millones de euros, se han destinado a 32.406 empresas, en su mayoría microempresas, y se han visto beneficiados un total de 33.994 empleados.
Asimismo, más de tres millones y medio de personas se han visto potencialmente beneficiadas por el segundo bono social emitido por BBVA en 2021, incluyendo 2.159.014 potenciales beneficiarios de servicios esenciales de salud y 814.580 de infraestructuras básicas asequibles, entre otros impactos.
BBVA explica que los bonos verdes y otros instrumentos de financiación de deuda se sitúan como "eficaces herramientas" para alcanzar el objetivo de alinear gradualmente su negocio a un escenario de cero emisiones netas para 2050 y ejercer su rol como banco en un contexto de transición hacia un futuro más sostenible.