Entre los múltiples análisis que se han publicado este lunes del discurso del viernes de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), en Jackson Hole, destaca el de Bankinter. Desde el banco reconocen que la situación en los mercados es "mucho más dura como consecuencia de Jackson Hole".
Powell dijo que la Fed seguirá subiendo los tipos de interés aunque ello cause "cierto dolor a la economía". "La estabilidad de precios constituye la base de nuestra economía: sin estabilidad de precios, la economía no funciona para nadie”, sentenció. “Los antecedentes históricos desaconsejan una relajación prematura de la política monetaria”, añadió, y dejó abierta la puerta a una subida de tipos de 75 puntos básicos en septiembre.
"Justo cuando los riesgos empezaban a moverse a la baja, Jackon Hole lo cambió todo el viernes. Powell insinuó que la Fed debe escoger entre lo malo (tomar medidas que reducirán el crecimiento y penalizarán el empleo) y lo peor (no tomarlas, lo que llevaría a una situación más desfavorable)", escriben estos expertos en su informe diario.
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Powell, claro y contundente: "Quiere que el mercado se crea que no va a aflojar"Añaden estos analistas que no fue solo Powell. Isabel Schnabel, miembro del comité de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), declaró que, “incluso si entrásemos en recesión, no tenemos más alternativa que continuar con el proceso de normalización (de tipos de interés)”. En las horas posteriores, otros consejeros de la Fed se expresaron con un enfoque parecido. Loretta Mester (Fed de Cleveland) afirmó que "deberemos subir más allá del 4% (los tipos) y mantenernos ahí durante el próximo año”. Raphael Bostic, de la Fed de Atlanta, añadió que “una vez que los tipos se sitúen 100/125 puntos básicos por encima del actual 2,25/2,50%, podrían permanecer ahí durante cierto tiempo”.
TRES PERSPECTIVAS Y UNA CONSECUENCIA
Como principales "cambios" derivados de Jackson Hole, Bankinter subraya "tres perspectivas y una consecuencia".
La primera perspectiva, que el mercado debe asumir que la subidas de tipos van a llevar el crecimiento económico americano por debajo de su tendencia de largo plazo durante cierto tiempo. La segunda, que, como consecuencia de lo anterior, el empleo va a sufrir. Y la tercera, que para que la Fed crea posible bajar tipos (desde donde llegue a subirlos), debe suceder antes que la inflación permanezca estable en su objetivo durante cierto tiempo (+2%). Powell dijo claramente que “alguna bajada de inflación es mucho menos que lo necesario para confiar en que está retrocediendo”.
Pero la consecuencia práctica más importante es que "no se puede esperar que la Fed baje tipos tan pronto como en el segundo semestre de 2023, que es lo que el mercado tenía descontado", remarcan desde Bankinter.
"Puede que Powell esté exprimiendo la capacidad de influir con la dialéctica (mensaje) para tratar de actuar (subidas de tipos) lo menos posible, pero es mejor no arriesgarse. Por eso solo podemos esperar y ver, analizando los datos macro que salgan y extraer consecuencias de cara a los bancos centrales, particularmente la Fed, que ha venido insistiendo en que sus siguientes movimientos serán 'datodependientes'", describen estos expertos.
Ante esto, concluyen que el siguiente hito clave para decidir si volvemos a subir ligeramente exposición (5%) a las bolsas es la inflación americana que se publicará el 13 septiembre. "Si retrocediese de nuevo, como ya hizo en julio (+8,5% desde +9,1%) y como sucedió con el Deflactor del Consumo Privado (PCE) este viernes pasado (+6,3% desde +6,8%), es posible que, si otros datos y circunstancias cooperan favorablemente, decidamos aplicar otra subida de exposición", indican.