El Banco de la Reserva Federal de Australia (RBA, por sus siglas inglesas) ha subido los tipos de interés un 0,25%, hasta el 4,35%, en línea con el pronóstico del consenso. "La inflación en Australia ha superado su pico, pero todavía es demasiado alta y está demostrando ser más persistente de lo esperado hace unos meses", ha explicado la entidad para justificar su decisión.
El RBA ha añadido que "si bien la inflación de los precios de los bienes ha disminuido aún más, los precios de muchos servicios continúan aumentando rápidamente".
El organismo ha recordado que no subía los tipos de interés desde junio, después de un alza del 4% desde mayo de 2022, para evaluar el impacto del endurecimiento monetario en la economía y la inflación.
Sin embargo, los datos recibidos en este periodo, y en especial desde la reunión de agosto, han mostrado que "el riesgo de que la inflación permanezca elevada durante más tiempo ha aumentado".
Además, el RBA ha destacado que "todavía existen incertidumbres significativas en cuanto a las perspectivas" económicas y sobre la inflación.
"A nivel global, persiste un alto nivel de incertidumbre en las perspectivas para la economía china y las implicaciones de los conflictos en el extranjero", ha añadido, en referencia a las guerras de Ucrania y de Oriente Medio.
En este escenario, el banco central ha dejado la puerta abierta a más subidas de tipos, ya que ha anticipado que, "aplicar un endurecimiento adicional de la política monetaria para asegurar que la inflación vuelva al objetivo (del 2%) en un plazo razonable dependerá de los datos y de la evolución de la evaluación de los riesgos".
"En la toma de decisiones", ha concluido el RBA, "se continuará prestando una atención cercana a los acontecimientos en la economía global, las tendencias en la demanda doméstica y las perspectivas de inflación y el mercado laboral". Así, la entidad ha reiterado que hará "lo que sea necesario" para rebajar la inflación hacia su objetivo del 2%.
