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El Banco de Japón (BoJ) ha mantenido sin cambios su política monetaria ultralaxa, cuyo objetivo es generar una inflación sostenible a largo plazo del 2% en la economía nipona. Una decisión que se ha situado en línea con los pronósticos.
El organismo ha mantenido los tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y continuará con su programa de compras de bonos a 10 años y con su control de la curva de rendimientos, cuyo límite se mantiene en el 1%. También proseguirá con las compras de fondos cotizados, activos inmobiliarios y bonos corporativos.
"Con incertidumbres extremadamente altas que rodean las economías y los mercados financieros nacionales y extranjeros, el Banco de Japón continuará pacientemente con la flexibilización monetaria mientras responde ágilmente a la evolución de la actividad económica y los precios, así como a las condiciones financieras. Al hacerlo, su objetivo será alcanzar el objetivo de estabilidad de precios del 2% de manera sostenible y estable, acompañado de aumentos salariales", ha explicado la entidad en su comunicado.
Una novedad importante es que el BoJ ha recortado sus previsión sobre la inflación (IPC) hasta el 2,4% desde el 2,8% para el año fiscal 2024, aunque ha mantenido sin cambios el pronóstico para el IPC subyacente en el 1,9%. Además, ha elevado su estimación de crecimiento hasta el 1,2% desde el 1% para el mismo periodo.
Las medidas del organismo "eran ampliamente esperadas, lo que explica la escasa reacción del mercado", explican los expertos de Danske Bank.
El índice Nikkei 225 ha marcado máximos de los últimos 33 años durante la jornada cerca de 37.000 puntos, pero finalmente se ha girado y ha terminado con ligeras caídas del 0,08%. El selectivo nipón marcó su último máximo histórico en los 38.915 puntos el 29 de diciembre de 1989.
"Esperamos que el BoJ esté preparado para empezar a normalizar sus políticas en la reunión de abril, cuando esté más seguro de que el crecimiento salarial se recuperará", añaden estos expertos.
"Están sobre la mesa un aumento de los tipos y una liberación del control sobre la curva de rendimiento, pero el ritmo de normalización dependerá en gran medida de las perspectivas salariales y de la presión de las políticas monetarias de otros bancos centrales importantes", concluyen desde el banco danés.
LIGERAMENTE MÁS AGRESIVO DE LO PREVISTO
Por su parte, Stephen Innes, gestor de SPI Asset Management, destaca los "comentarios hechos por el Gobernador Ueda durante la conferencia de prensa, indicando que el BoJ se está acercando a un posible aumento de las tasas. Sin embargo, el Gobernador Ueda se abstuvo de proporcionar un calendario más definitivo para la salida de los tipos negativos".
Ueda señaló que la probabilidad de alcanzar el objetivo de inflación del 2% "aumenta gradualmente" y destacó los comentarios positivos de las principales empresas de Japón sobre los aumentos salariales para el próximo año fiscal.
"Una vez que el BoJ gane confianza en la sostenibilidad de un mayor crecimiento salarial en el próximo año fiscal, marcará el paso final antes de iniciar subidas de tipos", argumenta este experto. "En general, Ueda fue un poco más agresivo de lo que se esperaba", concluye.