El Banco de Israel ha dedicido mantener los tipos de interés sin cambios, en el 4,75%, y ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento del PIB para 2023 y 2024 al 2,3% y el 2,8%, respectivamente, desde la anterior estimación del 3%, según ha comunicado el organismo este lunes.
"El Estado de Israel está envuelto en una guerra después de haber sido atacado hace poco más de dos semanas. La guerra está teniendo diversos efectos económicos, tanto en la actividad real como en los mercados financieros. El Banco de Israel ha adoptado una serie de medidas políticas para hacer frente a la situación. Los mercados financieros están funcionando y gran parte de la actividad económica continúa con normalidad", ha indicado la institución monetaria.
En este sentido, y en vista de la guerra, la política del Comité Monetario ha afirmado que se va a centrar en estabilizar los mercados y reducir la incertidumbre, y ha activado un programa para vender divisas y proporcionar liquidez en los mercados de swaps y repo.
"La trayectoria de los tipos de interés y el uso de herramientas adicionales de política monetaria se determinarán de acuerdo con este propósito y con la evolución de la guerra, así como con los datos sobre la actividad económica y la dinámica de la inflación, con el fin de seguir apoyando a los mercados, la estabilidad y la consecución de los objetivos políticos y las necesidades de la economía", ha matizado.
Asimismo, y ante este escenario de conflicto, el Departamento de Investigación del Banco de Israel ha revisado su pronóstico macroeconómico de acuerdo con la información inicial recopilada desde el comienzo de la guerra. El pronóstico va acompañado de una incertidumbre particularmente alta.
Bajo el supuesto de que la guerra se concentrará en el frente sur durante el cuarto trimestre del año, se espera que el PIB crezca un 2,3% en 2023 y un 2,8% en 2024. Del mismo modo, se estima que el impacto en la actividad económica conduzca a un aumento en el déficit presupuestario del gobierno, que alcanzará el 2,3% del PIB en 2023 y el 3,5% del PIB en 2024. En vista de esto, se prevé que la relación deuda-PIB a finales de 2024 sea del 65%.
Con todo, desde el banco central han resaltado que la economía israelí es fuerte, estable y está sustentada en bases sólidas, y en el pasado "ha demostrado su capacidad para recuperarse de períodos difíciles".
Desde el inicio de la guerra, además de la depreciación registrada desde principios de año, se ha producido una nueva depreciación significativa del shekel. En vista del impacto de la guerra y con el fin de estabilizar los mercados, el Banco de Israel anunció un programa para vender hasta 30 mil millones de dólares en divisas y otro para realizar transacciones de swap por hasta 15 mil millones de dólares en el mercado de divisas.
"Desde la anterior decisión sobre la tasa de interés, el shekel se ha debilitado un 6,3% frente al dólar estadounidense, un 4% frente al euro y un 4,8% en términos del tipo de cambio efectivo nominal", ha detallado el organismo.
El Banco de Israel también ha subrayado que, en el mercado crediticio, los bancos y las compañías de tarjetas de crédito adoptaron un amplio programa de aplazamiento de los pagos de préstamos formulado por el Departamento de Supervisión Bancaria, con el objetivo ayudar a las personas y empresas que han resultado perjudicadas y ayudar con su flujo de caja durante el próximo período.
A nivel mundial, la situación de seguridad en Israel ha provocado un aumento de la tensión geopolítica en Oriente Medio, "pero el impacto en los mercados financieros globales ha sido moderado hasta ahora, aunque ha habido un impacto en los precios del petróleo y el gas natural", ha concluido la institución monetaria.