El Comité de Política Monetaria del Banco Central de la República de Turquía (TCMB) ha decidido este jueves aumentar los tipos de interés del 40% al 42,5%. De esta manera, y desde la llegada de Hafize Gaye Erkan, el organismo sigue adelante con su endurecimiento monetario en su lucha contra la elevada inflación que soporta el país otomano.
La institución ha explicado en su comunicado que ha decidido desacelerar el ritmo, "considerando que se acercaba significativamente al nivel de ajuste monetario requerido para establecer la desinflación".
En este sentido, la inflación general, que registró un aumento limitado en noviembre, se mantiene consistente con las perspectivas presentadas en el último 'Informe de Inflación'.
El nivel actual de la demanda interna, la rigidez de los precios de los servicios y los riesgos geopolíticos mantienen vivas las presiones inflacionarias. Por otra parte, los indicadores de corto plazo indican que el equilibrio de la demanda interna continúa a medida que el endurecimiento monetario se refleja en las condiciones financieras.
El banco central también ha subrayado que evalúa que se ha iniciado una mejora limitada en las expectativas de inflación y el comportamiento de los precios.
"La mejora significativa de las condiciones de financiación externa, el continuo aumento de las reservas, el apoyo al equilibrio de la demanda en cuenta corriente y el fortalecimiento de la demanda interna y externa de activos en liras turcas contribuyen en gran medida a la estabilidad del tipo de cambio y la eficacia de la política monetaria. En este contexto, continúa la caída de la tendencia principal de la inflación mensual", ha detallado.
Con todo, "la Junta prevé completar las medidas de ajuste monetario lo antes posible. Se ha evaluado que la restricción monetaria necesaria para el establecimiento permanente de la estabilidad de precios se mantendrá mientras sea necesario".
No obstante, el organismo seguirá determinando las decisiones de política de manera que proporcionen condiciones monetarias y financieras que reduzcan la tendencia principal de la inflación y alcancen el objetivo del 5% en el medio plazo, teniendo en cuenta los efectos acumulativos y retardados del ajuste monetario.
"Se seguirán de cerca los indicadores relativos a la inflación y su principal tendencia y la Junta continuará utilizando todas las herramientas a su alcance con determinación, en línea con el objetivo principal de estabilidad de precios. La Junta seguirá tomando sus decisiones en un marco predecible, transparente y basado en datos", ha concluido.