La agencia de calificación crediticia S&P no cree que la nueva línea de 3.000 millones para la reestructuración de la deuda financiera de empresas prevista en el plan de ayudas de 11.000 millones aprobado por el Gobierno sea perturbadora para el sector bancario español. Asimismo, ha señalado sobre este plan que los bancos tendrían que asumir 1.300 millones de euros en quitas en los créditos con aval del ICO, suponiendo que el Gobierno asuma el 70% y los bancos el 30%.
"Esto es perfectamente asequible para los bancos gracias a las provisiones que realizaron el año pasado (8.000 millones de euros hasta septiembre de 2020), y al hecho de que es probable que sigan provisionando en 2021", señalan en el informe.
La parte del paquete de 3.000 millones de euros que el Gobierno ha destinado a ayudar a las empresas a reestructurar sus préstamos existentes garantizados por el Instituto de Crédito Oficial es la parte "menos relevante del paquete", según ha apuntado la agencia en el informe.
Sin embargo, han destacado que esta partida del plan suscitó un intenso debate en el mercado en las semanas previas al lanzamiento del paquete, debido a la preocupación por los posibles efectos en el sistema bancario.
AYUDAR A LA SUPERVIVENCIA DE LAS EMPRESAS
También se recoge la importancia del nuevo paquete de 11.000 millones de euros para pymes y autónomos, de esta manera el Gobierno ayuda a garantizar que se mantengan a flote, en particular aquellas cuyas actividades siguen estando perturbadas por las medidas de confinamiento social.
"Era necesario un nuevo enfoque, entre otras cosas porque contar con un sector empresarial viable y con capacidad de inversión es clave para la recuperación económica", ha resaltado la agencia de calificación en un informe.
Aunque desde la agencia han apuntado que es "demasiado pronto" para saber a cuántas pequeñas y medianas empresas españolas salvarán del colapso, la agencia ha resaltado que se trata de una ayuda bienvenida para muchas compañías que tienen más deuda de la que pueden pagar de forma realista debido a la disminución de sus ingresos.
La mayoría de estas empresas operan en sectores en los que las medidas de restricción social han afectado más a los ingresos, como el caso del turismo, la hostelería o el comercio minorista, como confirmó un reciente estudio del Banco de España.