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La Reserva Federal (Fed) protagonizó la semana pasada uno de los cónclaves monetarios más disputados que se le recuerdan, y en el que finalmente optó por recortar los tipos en 50 pb, lo que supuso una sorpresa para la mayoría de analistas y una sacudida para los mercados. Los analistas de Vontobel analizan las perspectivas de los activos tras este movimiento e identifican cinco consecuencias básicas que puede dejar.

"El objetivo de relajar la política monetaria podría haberse logrado con un recorte de 25 puntos básicos y un mensaje muy pesimista, o con un recorte de 50 puntos básicos, destacando al mismo tiempo la fortaleza de la economía y despejando cualquier duda sobre si se trataba de una medida de pánico. La Fed eligió la segunda opción", asegura Felipe Villarroel, socio y gestor de cartera en TwentyFour AM, una 'boutique' de Vontobel.

Sobre las consecuencias de esta decisión, comenta, en primer lugar, que "las condiciones no podrían ser más óptimas para que el dinero invertido en letras del Tesoro a corto plazo o en fondos del mercado monetario se traslade a otras clases de activos".

"La contundente bajada de tipos de la Reserva Federal ha sido el punto álgido de la escala de efectos nocivos para quienes, en los dos últimos años, han ido transfiriendo depósitos a corto plazo a otros nuevos. Este tipo de medidas de política monetaria suelen adoptarse como consecuencia de un deterioro significativo de las perspectivas económicas", detalla.

En esas circunstancias, continúa, "los inversores podrían estar dispuestos a aceptar los nuevos rendimientos más bajos en sus saldos de efectivo en aras de la seguridad".

"Esta vez, sin embargo, el recorte ha sido preventivo. La Fed no tiene ningún indicio de que la recesión esté a la vuelta de la esquina. En consecuencia, la combinación de una reducción significativa de los rendimientos futuros de una estrategia de 'rolling T-bills', por una parte, y de activos de mayor riesgo, por otra, no parece que corra un gran riesgo de liquidación significativa por el momento", agrega.

"EL CRÉDITO SEGUIRÁ SUPERANDO A LA DEUDA PÚBLICA"

La segunda conclusión que extrae Villarroel es que "el crédito seguirá superando a la deuda pública", después de que el agresivo recorte de la Fed reforzara su idea de que "los diferenciales están por debajo de sus medias a largo plazo".

"En nuestra opinión, había buenas razones para que los diferenciales se situaran por debajo de sus medias a largo plazo antes de la reunión. Ahora que tenemos más certeza sobre la postura de la Fed, nuestra convicción en torno a esa visión es mayor. La volatilidad asomará la cabeza de vez en cuando, pero como ya hemos dicho, creemos que las caídas serán poco profundas", anticipa.

Dicho esto, este analista no cree que la estrategia correcta sea "ir a la caza de rendimientos al territorio de los CCC o apostar por grandes plusvalías debido a que los diferenciales se comprimirán significativamente a partir de aquí". Lo más probable, explica, es que se opte por el 'carry'.

LOS BONOS DE EEUU, POTENCIAL LIMITADO

En tercer lugar, destaca que "si se materializa el escenario base de la Reserva Federal, los bonos del Tesoro de EEUU a medio y largo plazo no tienen mucho margen para seguir subiendo".

"Según esta hipótesis, los tipos de política monetaria tocarán fondo cerca del 3% y la economía crecerá a su ritmo potencial en 2026. Si se toma como ejemplo el bono del Tesoro estadounidense a 10 años al 3,70%, la pendiente con respecto al tipo de los fondos de la Reserva Federal sería de 70 puntos básicos (en igualdad de condiciones) para entonces, lo que ya es inferior a los niveles medios a largo plazo", indica.

De esta manera, cree que "los bonos del Estado actuarán sin duda como protección en episodios de volatilidad", aunque considera que se debe tener en cuenta que, desde un punto de vista a medio plazo, "el escenario base de la Fed implica que el 'yield' del 'Treasury' a 10 años no debería ser realmente más bajo de lo que es actualmente".

"Para que quede claro, no creemos que haya que vender necesariamente bonos del Estado. Proporcionan liquidez, protección en caso de que el escenario base se vuelva desagradable por cualquier motivo y vienen con un rendimiento real que parece muy decente si uno piensa que la inflación está cayendo realmente al objetivo del 2% en el futuro", recomienda.

LA "OPCIÓN DE VENTA DE LA FED"

La cuarta conclusión de Vontobel es que "existe una opción de venta de la Fed" y ésta "se complace en utilizarla", lo que hace que los inversores puedan estar seguros de que, "si la economía se deteriora más de lo que la Fed espera, la respuesta política será más contundente y sin vacilaciones".

"En lenguaje financiero, esto significa comprar durante las caídas. Existe un amplio margen para que la Reserva Federal recorte los tipos, ya que aún se encuentran en un territorio profundamente restrictivo, incluso después de las últimas medidas. Dado que los mercados saben lo que ocurrirá si las cosas se deterioran a partir de ahora (y tienen pruebas sólidas tras la última reunión), el margen para una corrección en los activos de riesgo debería ser menor que antes", explica.

LA ECONOMÍA RESISTE

Por último, este analista apunta que el recorte de 50 pb de la Fed indica que "la economía está en buena forma", y además recuerda que, según las previsiones del banco, el crecimiento se desacelerará a partir de ahora hacia el 2%, lo que representa "un nivel coherente con el crecimiento potencial de Estados Unidos".

"Las previsiones de crecimiento para 2024 se revisaron ligeramente a la baja, mientras que a partir de 2025 no hubo cambios. El gráfico de puntos (dot plot) medio prevé recortes adicionales de 50 puntos básicos en 2024 y movimientos trimestrales de 25 puntos básicos a partir de entonces. Se trataría de un ciclo de recortes algo apresurado en comparación con la trayectoria histórica, lo que concuerda con la valoración de la Fed de que la economía marcha bien y seguirá haciéndolo, aunque creciendo a un ritmo más lento que en trimestres anteriores", conlcuye.

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