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Las bolsas asiáticas han acabado la última sesión de la semana con tono mixto. Los índices del continente se mantienen pendientes de la guerra comercial, tras el último cruce de acusaciones que protagonizaron China y EEUU este jueves, y también de la inversión de la curva de tipos en el mercado americano.
En concreto, el índice compuesto de Shangai ha cerrado con una subida del 0,68%, mientras que el componente Shenzhen y el compuesto Shenzhen han avanzado un 1,09% y un 1,026%, respectivamente. Por su parte, el índice Hang Seng de Hong Kong ha sumado un 0,8% arriba, ya que las acciones de Ping An Insurance Group han repuntado un 2,98% tras anunciar la compañía su mayor crecimiento de beneficios en el primer semestre en más de una década. Además, las protestas de los manifestantes contra el Gobierno de Carrie Lam se hayan relajado.
En Japón, el Nikkei 225 se ha recuperado de la caída que venía registrando y ha subido ligeramente, mientras que el índice Topix ha avanzado un 0,1%. No obstante, en Corea del Sur el Kospi ha caído un 0,75% tras su vuelta de vacaciones, mientras que el S&P/ASX 200 de Australia ha acabado con un ligero retroceso. El índice MSCI Asia ex-Japón ha avanzado un 0,35% este viernes.
El sentimiento de los inversores ha sido mixto, reflejando el fin de la tregua comercial que habían sellado EEUU y China. Pekín advirtió este jueves de que tomaría medidas para responder al anuncio de aranceles del 10% de la administración Trump, y el presidente estadounidense no tardó en salir al paso, asegurando que cualquier acuerdo entre ambas potencias, si se producía, tenía que hacerse en términos estadounidenses. Es decir, según las líneas que marque Washington. Lo que todos se preguntan ahora es quién 'disparará' primero.
De hecho, la atención en el continente asiático sigue fija en las decisiones del Banco Popular de China sobre el yuan, después de que hace unos días el organismo amenazase con una guerra de divisas. Este viernes ha fijado el punto medio de referencia para la moneda en 7,0312 por dólar, por debajo de las expectativas de 7,0306 frente al dólar. "El nivel de 7, habiendo sido violado, ahora pueden bajarlo a medida que la guerra comercial empeora", ha comentado David Roche, estratega de Independent Strategy, a CNBC.
Asimismo, las dudas aún perduran debido a la inversión de la curva de tipos en EEUU, un movimiento que el mercado considera como señal de una recesión inminente (de hecho, así ha ocurrido en siete ocasiones). Todos están pendientes de lo que hagan los rendimientos del Tesoro estadounidense, sobre todo después de que este jueves la rentabilidad de los bonos a 30 años cayeran a mínimos históricos, por debajo del 2%, mientras que la rentabilidad de los bonos de referencia a 10 años tocaron un mínimo de tres años. En los últimos días el movimiento más repetido entre los inversores es el de comprar en masa a activos refugio.