La reunión de la Reserva Federal (Fed) transcurrió sin sorpresas. El banco central estadounidense no solo mantuvo los tipos de interés sin cambios, sino que su presidente, Jerome Powell, puso sobre la mesa una primera bajada en septiembre si los datos de inflación acompañan. Hasta aquí, todo ya estaba descontado por el mercado, pero ¿y después? Las elecciones presidenciales de EEUU serán las que marquen el camino.
"La mejora de la inflación y el aumento de los riesgos potenciales para el mercado laboral están llevando finalmente a la Reserva Federal a recortar los tipos. Salvo sorpresas muy desagradables en los datos de precios de julio y agosto, la bajada de tipos de septiembre, ya prevista por el mercado, es prácticamente un hecho", indica Paolo Zanghieri, economista sénior en Generali AM.
En la conferencia de prensa, Powell se negó repetidamente a comprometerse con una fecha para la primera bajada de tipos. Sin embargo, insinuó en varias ocasiones que podría producirse en la próxima reunión si la tendencia actual de desinflación, unida a un crecimiento constante de la demanda y a un reequilibrio gradual del mercado laboral, se mantiene durante el verano.
"La última declaración del banco central y los comentarios del presidente Jerome Powell sugieren que un recorte inicial de los tipos de interés podría llegar tan pronto como en septiembre", explican Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas de Pimco.
Aun así, el presidente de la Fed, se abstuvo de señalar nada más allá de septiembre, enfatizando que las discusiones del comité de política se harán reunión por reunión y dependerán de la evolución de las perspectivas.
"Los datos del segundo trimestre infundieron confianza en la posibilidad de un recorte, pero Powell señaló que esta tendencia debe continuar para que la Fed recorte los tipos en septiembre", añaden en Generali AM.
Sin embargo, los expertos insisiten en que dado que los riesgos para las perspectivas de inflación siguen estando firmemente sesgados al alza, la posibilidad de que se materialice una bajada de tipos este año está muy reñida.
"Cualquier relajación estará condicionada a la existencia de pruebas concluyentes de que la inflación está convergiendo de nuevo hacia el objetivo. Para ello, no sólo será necesaria una disminución de la inflación secuencial, sino que también dependerá de que las condiciones del mercado laboral se equilibren aún más. Nuestra hipótesis central es que se produzcan avances suficientes en ambos frentes para dar a los responsables políticos la confianza necesaria para recortar los tipos", señala George Brown, economista sénior de EEUU de Schroders.
En este sentido, remarcan que prevén que el ciclo de recorte de tipos comience en septiembre, "de modo que ahora sólo esperamos dos recortes este año. Para 2025 seguimos esperando un solo recorte, basándonos en nuestra expectativa de que la inflación estará entonces en el objetivo y la economía en pleno empleo. Los riesgos se inclinan hacia recortes más tardíos y menores, o incluso hacia ninguno".
Cn todo, la reunión de julio ha sido una de las últimas antes de las elecciones de noviembre. Como era de esperar, Powell subrayó que el ciclo electoral no afecta a las decisiones del FOMC, y que la proyección económica no tiene en cuenta los programas de los candidatos, aunque admitió que los escenarios basados en distintas configuraciones políticas ayudan a fundamentar las decisiones.
"La bajada de tipos en septiembre dará inicio a una serie de recortes de tipos, pero el ritmo de los mismos hasta 2025 dependerá probablemente de quién ocupe la Casa Blanca. De hecho, las muy diferentes políticas comerciales, fiscales y de inmigración presentadas por demócratas y republicanos, y las implicaciones de éstas para la inflación, añaden una incertidumbre significativa en torno a las perspectivas de tipos", comenta James McCann, economista jefe adjunto de abrdn.
Una opinión compartida desde Pimco. "Como base de referencia, pensamos que la Fed tiene prevista iniciar recortes de tipos a un ritmo de uno por trimestre, a partir de septiembre, y continuar hasta que la política se acerque más a la neutralidad. Dicho esto, las elecciones estadounidenses de noviembre podrían ser perturbadoras debido a cambios en la política comercial que podrían lastrar el crecimiento e impulsar la inflación. Dada esta incertidumbre, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) probablemente querrá recortar los tipos gradualmente y responder a la evolución económica a medida que avance", concluyen.