Ha llegado el día. Las anunciadas sanciones de EEUU a Irán entran en vigor este domingo 4 de noviembre, y aunque el mercado ya se prepara para el impacto que podría tener esta medida, muchos analistas auguran que será menor de lo esperado gracias a Arabia Saudí y Rusia. Estos son los únicos países, dicen, capaces de llenar el vacío de producción que pueda dejar Irán.
Las sanciones de EEUU contra las exportaciones de petróleo de Irán podrían endurecer la oferta de crudo, especialmente a Asia, que es la zona que recibe la mayor parte de los envíos del país. Aunque el resto de productores ya se han puesto manos a la obra para intentar que las consecuencias de la decisión del presidente estadounidense Donald Trump, que en mayo retiró a EEUU del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015 y sentó las bases para la reimposición de las sanciones, se noten lo menos posible.
De hecho, se espera que tanto Arabia Saudí como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) bombeen lo suficiente para suplir cualquier escasez de suministro, y que Rusia también haga lo propio. Los expertos señalan que aparte de Arabia Saudí y Rusia, pocos productores pueden llenar el hueco que pueda dejar Irán, y por eso auguran que aumentarán la producción si es necesario, "ya que una escasez en el lado de la oferta y un precio del petróleo más alto podrían ser un riesgo importante para la economía mundial en 2019", señalan desde la firma LBBW, según recoge Reuters.
Washington ha dejado claro a los 'clientes' de Teherán que espera que dejen de comprar petróleo iraní tras la entrada en vigor de las sanciones
"Estamos en la cúspide de las sanciones contra Irán, que están surtiendo pleno efecto. Es posible que puedan llevar más barriles al mercado de una manera más clandestina, pero habrá que esperar a ver qué pasa", dicen por su parte los expertos de CFRA Research, tal y como recoge Bloomberg. Los analistas de Commerzbank, en cambio, indican que en el lado de la oferta hay varios actores que están "jugado un papel importante" y que podrían seguir haciéndolo en las próximas semanas.
Concretamente, los expertos del banco alemán se refieren al hecho de que las reservas de petróleo vienen aumentado significativamente en EEUU "durante las últimas semanas", mientras que Arabia Saudí, Rusia y Libia "han incrementado notablemente su producción de petróleo en octubre". "Como resultado, los productores de petróleo parecen estar compensando con éxito los cortes de suministro de Irán y Venezuela", destacan.
Por ejemplo, los datos del Ministerio de Energía de Rusia muestran que el país bombeó 11,41 millones de barriles por día en octubre, lo que supone su máximo de 30 años. Asimismo, la OPEP aumentó la producción en octubre a 33,31 millones de barriles diarios, lo que representa el nivel más alto desde 2016. Y EEUU también se ha sumado a la carrera. De hecho, los datos de la EIA (Agencia Internacional de la Energía, por sus siglas en inglés) muestran que está ahora muy por encima de los 11 millones de barriles diarios.
Washington ha dejado claro a los 'clientes' de Teherán que espera que dejen de comprar petróleo iraní a partir de este domingo, aunque con ciertos matices. Esta misma semana el asesor de seguridad nacional de EEUU, John Bolton, dijo que aunque la idea es aplicar la máxima presión sobre Irán con las sanciones a sus exportaciones de crudo, tampoco quiere perjudicar a los países que son amigos y aliados que dependen del 'oro negro'. Quizá por eso podría haber exenciones a varios países.
Según ha informado Bloomberg citando fuentes gubernamentales, son varios los gobiernos que recibirán exenciones que les permitirán importar crudo iraní una vez que se impongan las sanciones. En concreto, parece que Washington está dispuesto a permitir que ocho países, incluidos sus aliados Corea del Sur y Japón, así como la India, sigan comprando petróleo iraní. Este lunes podría darse a conocer la lista oficial, aunque los expertos avisan de que cualquier exención que se haga, si acaba por confirmarse esta medida, será temporal.
¿PROBLEMAS DE DEMANDA?
Goldman Sachs estima que tras la imposición de las sanciones las exportaciones de petróleo de Irán caerán a 1,15 millones de barriles diarios para finales de año, por debajo de los 2,5 millones de barriles al día que producía a mediados de 2018. Pero la oferta no será un problema gracias al resto de productores.
Sin embargo, lo que sí podría ser un problema es la desaceleración de la demanda de energía que se espera en el mercado como consecuencia del conflicto comercial entre EEUU y China. Aunque las últimas palabras de Trump, aludiendo a que el acuerdo podría estar cerca, han sembrado cierta confianza, nadie se olvida de que el problema no está ni mucho menos resuelto. Es un factor por el que preocuparse, ya que la guerra comercial podría provocar una recesión que se comería el PIB, y el PIB y la demanda mundial de petróleo están muy relacionados.
El petróleo cerró octubre como su peor mes desde julio de 2016, registrando pérdidas del 11%, ante los temores de que la economía mundial se desacelere precisamente por la guerra comercial y también como consecuencia de las dudas que han surgido sobre la demanda, que no se ve tan robusta en 2019 como en los últimos dos años.