Internet ha permitido crear un canal directo entre los inversores y quienes hacer sus recomendaciones bursátiles. Igual que hay 'influencers' de moda, deporte o videojuegos, un nuevo grupo de expertos en renta variable se está haciendo de oro gracias a TikTok.
'TikTokers' de 25 años que pueden llegar a cobrar hasta 500.000 dólares, según 'Bloomberg', gracias a sus publicaciones en redes sociales. La nueva moda de aconsejar inversiones a los usuarios les sale muy rentable gracias a los enlaces de afiliación y la publicidad.
Austin Hankwitz o Haley Sacks son dos buenos ejemplos de ello. Mediante sus acuerdos con las diferentes plataformas de 'trading', pueden llegar a cobrar desde cantidades fijas, incrementos variables por objetivos e, incluso, por cada suscriptor que se sume a la plataforma.
Los creadores pueden generar entre 100 y 1.500 dólares por un anuncio en una historia de Instagram o hasta 10.000 dólares por una publicación en su 'feed', mientras que en TikTok las cantidades oscilan entre los 2.500 dólares y los 20.000 dólares, según cifras facilitadas por Brian Hanly, director general de Bullish Studio a 'Bloomberg'.
Se llegan a pagar estas cantidades debido a que durante la pandemia, el número de horas dedicadas a las aplicaciones de inversión aumentaron un 90% en EEUU, mientras que las descargas subieron un 20%, todo en comparación con el 2019.
Betterment, una de las plataformas que trabaja con este tipo de 'influencers', se dio cuenta del potencial un día que un 'robo adviser' novato dirigió una operación que les reportó más de 10.000 inscripciones en 24 horas. Pero el trabajo con este tipo de recomendadores debe ser revisado siempre por la empresa.
La principal ley que regula a los recomendadores financieros es la Ley de Asesores de Inversión de 1940, que especifica qué se considera un asesoramiento y quién debe registrarse en las entidades reguladoras legales. Sin embargo, según las palabras de Joshua Escalante, asesor financiero y fundador de Purposeful Strategin Partners, que recoge 'Bloomberg', hay una excepción a la que se pueden acoger los 'influencers': las personas no registradas pueden emitir sus recomendaciones a través de publicaciones de circulación regular y general.
Pese a ello, la revisión de los contenidos debe ser exhaustiva dado que si una persona se ve perjudicada por un asesoramiento financiero, puede demandar ante un tribunal civil.