El 70% de los ganadores termina arruinados en cinco años debido a una mala administración del dinero. Por ello, ahora que se acerca el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad conviene saber cómo proteger el dinero frente a la inflación y garantizar su valor a largo plazo.
Recibir una gran suma de dinero de golpe puede ser abrumador, tanto a nivel financiero como emocional. En este contexto, Marc Ribes, docente del Curso de Bolsa e Inversión de Deusto Formación, incide en que "es importante disfrutar de las comodidades que el dinero ofrece, pero con sentido común y responsabilidad".
La gestión de estos premios no es tarea fácil. "Tener una buena formación financiera es fundamental para tomar decisiones que impacten positivamente en nuestra calidad de vida", añade.
¿Por qué invertir es una buena opción? En España, los premios de la Lotería de Navidad están sujetos a una retención del 20% para cantidades que superen los 40.000 euros. Por este motivo, es fundamental tener en cuenta el impacto fiscal antes de tomar cualquier decisión financiera.
Aun así, con la inflación al alza y el coste de la vida incrementándose, mantener el dinero en una cuenta corriente tampoco es la opción más beneficiosa, ya que puede conducir a una reducción del poder adquisitivo a largo plazo. En este sentido, Ribes destaca que "siempre es un buen momento para empezar a invertir y sacar provecho de los mercados financieros. Más hoy en día, con un entorno de inflación que, como hemos visto estos últimos años, va a tender a ser elevado".
Los activos reales, como acciones, bonos o materias primas, permiten proteger los ahorros frente al impacto de la inflación y garantizar su valor en el tiempo. Sin embargo, Ribes insiste en que la mejor inversión inicial es la formación: "En bolsa, es fundamental estar preparados para poder sacar rédito de los mercados, sin caer en las trampas que tantas pérdidas provocan a los inversores".
Por ello, recomienda dedicar parte del premio a aprender sobre mercados financieros antes de realizar cualquier tipo de movimiento significativo con el dinero.
Antes de comenzar a invertir, es importante definir los objetivos financieros personales: ¿se busca generar ingresos pasivos, proteger el capital o ambas cosas? La respuesta determinará la estrategia más adecuada.
Además, es fundamental establecer un horizonte temporal para las inversiones, ya que los movimientos a corto plazo suelen ser más arriesgados y sensibles a la volatilidad del mercado.
Para los principiantes, Ribes recomienda optar por una cartera diversificada con productos de gestión pasiva como los ETF (fondos cotizados), que replican el comportamiento de los mercados. Esta estrategia reduce los riesgos y facilita una integración progresiva en el mundo de las inversiones. Por consiguiente, sugiere complementar la cartera con bonos y materias primas para una mayor estabilidad.
Otra alternativa, es invertir en activos financieros que generen valor a largo plazo, como proyectos de energías renovables, empresas con enfoque sostenible o bienes inmuebles eficientes desde el punto de vista energético.