La semana arranca con la declaración ante la Audiencia Nacional de una decena de investigados por su participación en distintos 'proyectos' del comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo. El expolicía, por su parte, será interrogado en la cárcel de Estremera, donde se encuentra desde noviembre de 2017, por motivos de salud.
Las declaraciones arrancarán con varios de los imputados en la 'pieza Pit', que investiga el encargo del naviero Ángel Pérez Maura a Villarejo para que frenase un procedimiento de extradición a Guatemala que afrontaba en la Audiencia Nacional y consiguiese el cierre de la investigación abierta en aquel país contra él por presuntos delitos de corrupción a cambio de 10 millones de euros.
El lunes están citados sobre este asunto el expolicía y trabajador de Villarejo Antonio Bonilla, el hijo del comisario José Manuel Villarejo Gil, y el exembajador de Guatemala en Estados Unidos Julio Ligorría. Los dos primeros, según los audios y la documentación que obra en el sumario al que ha tenido acceso Europa Press, han participado en reuniones y en gestiones para la consecución del proyecto. Al último, además, querían proclarmarle presidente guatemalteco para frenar la causa de corrupción.
El martes están citados por lo mismo el abogado y socio en las mercantiles de Villarejo con las que Pérez Maura y su hermano contrataron sus servicios, Rafael Redondo, y otro de los intervinientes en los pagos y las sociedades, Armando Mateo. Mientras, el jueves ha sido convocada también como investigada Pérez y Cía, la empresa de los navieros salpicada por la causa en Guatemala y utilizada para los pagos al 'clan'.
Será el miércoles cuando declare el propio Villarejo y lo hará en la prisión de Estremera a la que se desplazarán el magistrado y los fiscales Anticorrupción, dado que los servicios penitenciarios advirtieron al Juzgado de que tenía problemas de salud, y en particular con la tensión, que desaconsejaban los traslados.
Salvo en el caso de la mercantil de los Pérez Maura, el resto de los investigados ya habían sido citados a declarar por la 'pieza Pit', pero por razones diversas sus comparecencias fueron suspendidas, como problemas de agenda. Redondo, por ejemplo, estaba cambiando de abogado.
