MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha personado como acusación popular contra el presunto yihadista detenido el pasado 8 de mayo en Barcelona y que permanece en prisión provisional por orden del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional por su supuesta vinculación con Estado Islámico. Apuntan que pretendía degollar a un espectador en un partido del FC Barcelona.
La AVT señala en un comunicado que se querella contra este yihadista --Mohammed Y.A.-- y apunta que tras diez años residiendo en España, en los últimos cuatro asumió "la estrategia global diseñada por el Estado Islámico (DAESH)" y llegó a jurar fidelidad a dicha organización terrorista influenciado por sus postulados y su propaganda.
Asimismo señalan que su profunda radicalización fue paulatina y que finalmente había decidido llevar a cabo una acción terrorista de gran impacto en un partido de fútbol que se celebraría entre el Real Madrid CF y el Barcelona FC. Según apuntan, pretendía degollar con un cuchillo a algún espectador.
Desde la AVT inciden en que su grado de radicalización era tal que incumplía de manera sistemática las normas de confinamiento durante el estado de alarma por covid-19 "con la finalidad de buscar algún objetivo para futuros atentados terroristas".
Recuerdan que el supuesto yihadista también realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas del DAESH y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales, y que disponía de gran cantidad de material yihadista, con preferencia por el que contenía degollamientos. Asumía planamente la estrategia global diseñada por el Estado Islámico en lo que se refiere a la formación de lobos solitarios.
ENALTECIMIENTO DEL TERRORISMO Y AUTOADDOCTRINAMIENTO
El pasado 11 de mayo, el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama decretó la medida de prisión para él por los delitos de enaltecimiento del terrorismo y autoadoctrinamiento. El ciudadano marroquí había incumplido las limitaciones de movimiento para la "posible búsqueda de objetivos" bajo importantes medidas de seguridad.
Según las pesquisas de la Guardia Civil, si bien el detenido había mantenido la discreción en los últimos años, durante el actual estado de alarma su proceso de radicalización culminó, "activándose de manera altamente llamativa y preocupante" para los investigadores.
En estas semanas de confinamiento, el detenido realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas del Estado Islámico y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales. Las hipótesis policiales iniciales apuntan a que esta activación extrema de su actividad podría haber respondido a los diferentes llamamientos realizados desde la dirección de DAESH para que los actores solitarios asentados en terreno occidental se movilicen.