Una denuncia ante la AEAT estimó en 3 millones de euros el montante reitegrado y movido "en negro"

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José De La Mata, ha añadido a la causa que sigue sobre la presunta financiación irregular de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) en la llamada trama del 3% una línea de investigación procedente de Lleida en la que se sitúa a un presunto testaferro como vehículo entre la productora Triacom del exgerente de TV3 Oriol Carbó y dinero en efectivo que se utilizaría para pagar al partido y para sobornar a políticos.

En concreto, el Juzgado de Instrucción número 1 de Lleida ha remitido al magistrado un informe de los Mossos d'Esquadra generado en el contexto de la investigación que está siguiendo sobre la existencia de un entramado de sociedades de construcción e ingeniería civil que falsificarían facturas de manera habitual para generar dinero "en negro" con el que pagarían comisiones a altos cargos de la Diputación de Lleida a cambio de adjudicaciones.

En ese entramado se ha detectado un movimiento de facturas falsas relacionado con supuestos contratos de Triacom, una de las productoras 'estrella' de TV3 y cuyo titular y ex director gerente de la cadena pública está siendo investigado en la Audiencia Nacional después de que el empresario Joan Manuel Parra confesara haber cobrado trabajos realizados para Convergència mediante este mismo método irregular.

MÁS DE 400.000 EUROS EN FACTURAS FALSAS

El informe de los Mossos d'Esquadra que ahora se adjunta a la causa y al que ha tenido acceso Europa Presss, expone a partir de un estudio previo de la Agencia Tributaria, que desde el año 2013 Enginyeria Inalba SL emitió facturas a Triacom para "trabajos ficticios" en los programas de TV3 'El Gran Dictat' y 'Fish and Chips'. Sólo en 2013 y 2014 le facturó 469.480 euros.

Cuando Inalba cobraba estas facturas, pagaba "de forma inmediata" cantidades "casi idénticas" a Interiorismo y Reformas Profesionales S.L., una "sociedad pantalla" administrada por un "octogenario" llamado Diego Garzón que llegó a tener a su nombre 28 empresas y que según la denuncia inicial ante la Agencia Tributaria que desencadenó esta investigación, llegó a retirar de sus cuentas bancarias tres millones de euros en efectivo.

La policía catalana considera que Garzón "actuaba como persona interpuesta o testaferro" y "facturaba a Inalba también por trabajos inexistentes", pues "no disponía de medios humanos ni materiales para poder hacer frente a los trabajos por los que facturaba". Recibía el dinero dividido en distrintas cuentas y el decalaje entre las cantidades que salían de Triacom y las que ingresaba "se podría deber a la comisión cobrada por su participación en el entramado".

Los Mossos apuntan que Triacom "es la empresa a la que Enginyeria Inalba facturaba con el fin de obtener dinero en negro que posteriormente era utilizado para sobornar a altos cargos de la Diputación de Lleida" y los programas de TV3 que producía y "que se utilizaban como pretexto para la facturación" son los mismos que refirió Juan Manuel Parra cuando confesó la forma en la que había cobrado de la productora los servicios que prestó a Convergencia para actos electorales.

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