Las acusaciones piden pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía, con la concurrencia de parentesco
BILBAO, 12 (EUROPA PRESS)
La mujer acusada de matar a su hija de nueve años el día 16 del pasado mes de enero en Bilbao ha mantenido este jueves ante el tribunal encargado de juzgar el caso su versión de que lo hizo "obligada" por una tercera persona "encapuchada" que accedió al domicilio familiar.
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido este jueves la primera sesión del juicio a la mujer acusada de asesinar a su hija Kiara, de nueve años, en su domicilio de Bilbao el pasado mes de enero, tras administrarle presuntamente una cantidad "masiva" de medicamentos y asfixiarla con las manos y una almohada.
La Fiscalía y las acusaciones popular y particular piden para la procesada la prisión permanente revisable, mientras que la defensa pide la libre absolución, según los escritos de las acusaciones y la defensa presentados en la sesión de este jueves, que se ha celebrado a puerta cerrada, al haberlo determinado el tribunal, lo mismo que ocurrirá en la sesión del próximo lunes, días 16, en la que se aportarán los resultados de la autopsia y del levantamiento del cadáver.
Según los hechos relatados en esta primera sesión, el día 16 del pasado mes de enero, a las 21.00 horas, una joven encontró en el interior de su vivienda familiar, ubicada en la calle George Steer de la capital vizcaína, a su madre y a su hermana de nueve años inconscientes y abrazadas. Ésta alertó a emergencias, y los sanitarios lograron reanimar a la madre, que fue evacuada al hospital en estado grave, pero la pequeña falleció. Días después, la progenitora fue detenida por la Ertzaintza y, posteriormente, ingresó en prisión.
En sus escritos, la Fiscalía, la acusación popular --ejercida por la Asociación Clara Clampoamor-- y la acusación particular, relatan que el día de los hechos, la procesada se encontraba en el domicilio con sus hijas, de nueve y 19 años, y una nieta.
Estas dos últimas abandonaron la casa a las 11.00 horas para realizar unas gestiones, mientras la mujer se quedó a solas con su hija pequeña, que no había acudido al colegio porque había huelga en su centro escolar. Posteriormente, todas ellas comieron y, en ese momento, la pequeña de nueve años se encontraba en estado de aparente normalidad, pero, tras la comida, la hermana mayor comprobó que estaba profundamente dormida en el sofá, en un estado inusual de profunda somnolencia, casi de semiinsconsciencia, por lo que avisó a su madre.
Entre ambas la trasladaron a la cama y la madre se acostó con la niña, avisando a su otra hija que la despertara solo a ella cuando fuera a salir del domicilio. A las 17.00 horas, la primogénita abandonó la casa con su hija, y la madre aprovechó que se había quedado sola con la pequeña de nueve años "para acabar con su vida", según indican las calificaciones provisionales de las acusaciones.
Éstas señalan que la progenitora había administrado a la niña con anterioridad una cantidad "masiva" de medicamentos, algunos de los cuales superaban "el rango tóxico" y tenían un "nivel letal". Cuando su hija mayor se fue, la procesada, aprovechando la situación de indefensión en la que se encontraba la víctima, le habría presionado la nariz y la boca con las manos y un objeto blando, probablemente un cojín o una almohada.
NOTAS MANUSCRITAS
La pequeña falleció por insuficiencia cardio-respiratoria aguda secundaria a una intoxicación medicamentosa, sin que hubiera "el menor signo de defensa ni lucha". Posteriormente, la acusada habría redactado varios escritos para exculparse en los que "creaba la idea" de que el crimen había sido ejecutado por una tercera persona.
Según ha explicado la abogada de la Asociación Clara Campoamor, Ana Hernando, la acusada ha mantenido en su declaración de este jueves la misma versión, asegurando que lo hizo "obligada por una tercera persona, un hombre encapuchado", que accedió a la vivienda. De esta manera, ha precisado la letrada, al declarar que lo hizo "obligada por una tercer persona" la responsabilidad penal no sería de ella, por lo que "nosotros tenemos que probar la culpabilidad y ellos deben probar mínimamente la presencia de un tercero", algo que "no parece sostenerse por ningún lado en base a las pruebas existentes".
Según el relato de los hechos, la hija mayor volvió al domicilio a las 21.00 horas y se encontró a la madre y su hermana pequeña inconscientes y abrazadas. La madre fue evacuada con vida a un centro hospitalario, pero la pequeña había fallecido.
A la una de la madrugada del día 17, se verificó el levantamiento del cadáver de la víctima por la autoridad judicial y se procedió a su traslado al Instituto Anatómico Forense para la práctica de la autopsia. Los forenses concluyeron que se trataba de una muerte de naturaleza violenta homicida.
De esta forma, determinaron que la causa de la muerte fue la insuficiencia cardio-respiratoria aguda, y consideraron como "más probables" un mecanismo tóxico o uno asfíctico (de sofocación), o bien la mezcla de ambos como causa del fallecimiento. El cadáver presentaba espuma blanquecina en fosas nasales y cavidad bucal.
Las acusaciones consideran los hechos constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, con la concurrencia de la circunstancia de ser la víctima menor de 16 años, y de parentesco por parte de la autora del crimen.
Por ello, reclaman que se imponga a la acusada, que no presentaba "causa alguna que modificase sus capacidades cognitivo-volitivas", la pena de prisión permanente revisable e inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena.
En la sesión de este viernes declararán los agentes de la autoridad que llevaron a cabo la inspección ocular y se encargaron de la recogida de restos en la vivienda, así como el médico psiquiatra que atendió a la acusada el día que la desentubaron cuando se encontraba ingresada en el hospital.