Pablo Abejas recalca que era un "sistema pacífico e institucionalizado" establecido desde hace décadas en la caja
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El ex director general de Economía de la Comunidad de Madrid Pablo Abejas ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que archive las actuaciones seguidas contra él por la utilización de las 'tarjetas black' de Caja Madrid y ha defendido que el Consejo de Administración las definió como un "sistema de compensación por dedicación y esfuerzos" de sus beneficiarios.
En su recurso, al que ha tenido acceso Europa Press, la defensa de Abejas solicita el sobreseimiento libre de las actuaciones al considerar "perfectamente acreditada la inexistencia de actuación delictiva" alguna y se opone a que la Fundación Especial Caja Madrid se persone en la causa como perjudicado por los gastos personales cargados a estas tarjetas opacas al fisco entre 1999 y 2012.
Abejas, que fue cesado el pasado octubre por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, tras conocerse el escándalo, destaca que siempre actuó siguiendo las "instrucciones y directrices" recibidas de Caja Madrid, que había estipulado que la 'visa' formaba parte de las condiciones asignadas al cargo, era de libre disposición sin necesidad de justificar los gastos y su fiscalidad estaba en manos de la entidad.
"La actuación de los beneficiarios de las tarjetas es acorde con aquellas instrucciones y se ceñía al sistema pacífico e institucionalizado establecido desde hace décadas por el Consejo de Administración", prosigue, para añadir que la caja nunca reclamó ni reprochó nada a sus beneficiarios y en ningún caso se trató de "un circuito oculto o fuera de la legalidad".
"NO ERA UN CIRCUITO OCULTO"
"Se trataba por tanto de un sistema de compensación por dedicación y esfuerzos, definido así en la reunión del Consejo de Administración de 24 de mayo de 1988, cuya elección y límites máximos fueron delegados en el presidente ejecutivo", añade en su escrito.
En este sentido, Abejas recalca que no podían tener como objeto la financiación de gastos de representación y recuerda que los miembros de la Comisión de Control, como fue su caso, no tenían capacidad de decisión, disposición, representación ni administración en la caja. "En ningún caso se trata de un circuito oculto o fuera de la legalidad, sino que se trataba de unas tarjetas cuyo amparo estaba en un acuerdo del Consejo de Administración", añade.
Por último, cree que la Fundación Especial Caja Madrid carece de legitimación para emprender acciones legales como perjudicado porque siempre estuvo separada de la gestión financiera de la caja de ahorros. Añade que el heredero jurídico de esta situación es Bankia, que tampoco "podría serlo en calidad de perjudicado porque no ha habido perjuicio alguno". "En todo caso, si cupiera alguna responsabilidad, sería de cuenta exclusiva de Bankia", concluye.