Yevgeny Prigozhin se ha convertido en el protagonista de la información internacional durante el fin de semana tras protagonizar un intento de golpe de estado contra Vladímir Putin. La sublevación de los mercenarios de Wagner fue contenida por el Kremlin, pero el motín ha sido visto como la mayor amenaza para el presidente ruso en sus 23 años al frente del país. ¿Qué pasará ahora con Prigozhin?
Los hombres del grupo Wagner detuvieron su avance cuando se encontraban a 200 kilómetros de Moscú después de la intermediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comunicaba que se había llegado a un acuerdo para que Yevgeny Prigozhin se exiliara a Bielorrusia y que todos los cargos en su contra habían sido retirados. Del mismo modo, tampoco se tomarán medidas contra los mercenarios que formaron parte de la rebelión y aquellos que no lo hicieran podrían firmar contratos con el ministerio de defensa ruso.
Sin embargo, los analistas dudan que Putin haya decidido 'solucionar' este grave problema de una forma tan sencilla, simplemente para "evitar el derramamiento de sangre y los enfrentamientos internos con resultados imprevisibles".
El politólogo Mikhail Vinogradov en declaraciones al medio ruso 'Vedomosti', ha señalado que, después de mudarse a Bielorrusia, Prigozhin dejará de ser un imán para la "energía antisistema", pero que será monitoreado por los servicios de seguridad locales y difícilmente podrá participar en ningún tipo de actividad política.
"Dicho esto, su experiencia puede resultar útil para establecer una Compañía Militar Privada de Wagner (PMC) en Bielorrusia", ha agregado.
Para Ian Bremmer, presidente del Eurasia Group, "Prigozhin es hombre muerto". El experto ha afirmado en 'CNBC' que "Putin ha encarcelado y asesinado a personas por mucho menos de lo que le ha hecho Prigozhin", por lo que cree "inconcebible que Putin le permita vivir más tiempo del absolutamente necesario".
En este sentido, y a pesar de que, según las informaciones oficiales, Prigozhin deberá trasladarse a Bielorrusia, por el momento, se desconoce el paradero del líder de Wagner.
Además, el objetivo de Prigozhin era el ministro de Defensa de Moscú, Sergei Shoigu, al que había criticado duramente por su gestión de la invasión de Ucrania, y al que este lunes se ha visto pasando revista a las tropas rusas.
Por su parte, desde el cuartel general de los mercenarios de Wagner, con sede en San Petersburgo, han asegurado que seguía funcionando "con normalidad".
"A pesar de los acontecimientos que han tenido lugar, el Centro sigue funcionando normalmente, de acuerdo con la legislación de la Federación Rusa", ha explicado el grupo en un comunicado, cuyo destino sigue siendo incierto.
Ahora, los servicios de inteligencia de Rusia están investigando si las agencias de espionaje occidentales tuvieron algo que ver en el motín fallido llevado a cabo por los combatientes del grupo Wagner, según el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, citado por la agencia de noticias TASS.
"Vi cómo informaban de los sucesos en Rusia. En particular la CNN, si mal no recuerdo, informó que la inteligencia estadounidense sabía con varios días de antelación de los preparativos del motín, pero decidió no comentarlo a nadie, por lo visto con la esperanza de que la rebelión tuviera éxito", ha indicado Lavrov.