Portugal volverá al estado de emergencia sanitaria a partir del 1 de diciembre, según ha anunciado este jueves el primer ministro del país, António Costa. A pesar de ser el país con más población vacunada (87%) en la Unión Europea, ha habido un aumento significativo de nuevos contagios recientemente, por lo que se ha decidido tomar estas medidas. Además, ha decretado una serie de medidas más duras tras la semana de Navidad.
En Portugal, volverá a ser obligatorio el uso de las mascarillas en espacios cerrados. Se deberán presentar certificados de vacunación o pruebas negativas de coronavirus para poder entrar en lugares como bares, restaurantes, espacios de ocio, etc. Además, se llevará a cabo un control de las fronteras aéreas donde será obligatorio presentar el pase sanitario, como recoge 'Europa Press'.
Costa ha explicado que las nuevas medidas probablemente seguirán en vigor hasta febrero del próximo año, incluyendo una semana de contención del 2 al 9 de enero, en la que las discotecas estarán cerradas y el teletrabajo será obligatorio durante esos días, de cara a la vuelta a las aulas.
A pesar de todo, Costa ha querido hacer hincapié en que la situación aunque mala, podría haber sido mucho peor, de no haber sido por todas las personas del país que se han vacunado, por lo que les ha querido agradecer su esfuerzo.
Costa ha destacado que la gran cobertura de vacunación está permitiendo “salvar vidas” y causando “dolencias menos graves”, según informa 'El País'
En Portugal, se han registrado los peores datos por Covid-19 desde finales de julio hace tan solo dos días, y el balance diario de afectados por coronavirus ha rebasado por segundo día consecutivo los 3.000 positivos. Portugal acumula ya más de 1,1 millones de casos positivos desde el inicio de la pandemia, acercándose a los 50.000 casos activos, y con una cifra de muertes actualizada que cuenta ahora con 15 fallecidos más.
La región de Lisboa y Valle del Tajo ha encabezado el balance del jueves, contando con 1.096 contagios adicionales.
Las autoridades de Portugal descartan de momento un nuevo confinamiento, ya que asumen que la situación no es tan peligrosa como en olas anteriores.