Este lunes comienza la huelga de transportistas de mercancías peligrosas de forma indefinida que amenaza con desabastecer las gasolineras y que ya está causando largas colas de conductores que quieren llenar el depósito. Este sábado por la tarde, el primer ministro portugués, António Costa, convocó un gabinete de crisis con los miembros de su Gobierno par abordar la situación, y se han establecido servicios mínimos del 100% para transportes prioritarios como aeropuertos, puertos, servicios de seguridad, bomberos y emergencias médicas.
Otra de las medidas que tomó el gabinete de crisis es decretar la 'Emergencia energética' a partir de la pasada medianoche y hasta el próximo día 21 de agosto. Esta medida permite organizar durante el fin de semana puestos de abastecimiento de combustible de emergencia, para que estén disponibles desde el lunes, primer día del paro.
En cuanto a los servicios mínimos, se ha establecido en el 75% para transporte público y del 50% para el suministro general de ciudadanos. Estas medidas ya provocan las primeras esperas en gasolineras ante el miedo al desabastecimiento.
INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO LUSO
El ministro de Trabajo avisó este viernes de que no descartan intervenir legalmente la huelga para asegurar que se cumplen las operaciones mínimas a través de la llamada 'requisición civil', un instrumento legal que permite obligar a trabajar a los trabajadores que secundan la huelga con el objetivo de garantizar los servicios esenciales.
Detrás de la huelga se encuentra el conflicto entre los transportistas de mercancías peligrosas y la patronal del sector, la Asociación Nacional de Transportadores Viales de Mercancías (Antram), que llevan meses negociando. Los transportistas exigen mejoras en sus condiciones laborales, así como un incremento salarial.