La OTAN ha aprobado el refuerzo de la seguridad en Europa ante la "amenaza de seguridad más grave en décadas", tal y como la ha definido Jens Stoltenberg, secretario general de la alianza, al final de la reunión.
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“Hoy, los líderes de la OTAN acordaron restablecer nuestra disuasión y defensa a largo plazo para enfrentar una nueva realidad de seguridad. En tierra, tendremos sustancialmente más fuerzas en la parte oriental de la alianza más preparadas, con más equipos y suministros posicionados previamente”, ha afirmado Stoltenberg.
“En el aire, desplegaremos más aviones y fortaleceremos nuestra defensa aérea y antimisiles integrada. En el mar, tendremos grupos de ataque de portaaviones, submarinos y un número significativo de barcos de combate de manera persistente”, ha detallado.
El secretario general de la OTAN ha señalado que la guerra en Ucrania "ha hecho añicos" la paz en Europa, causando un grave sufrimiento humano y destrucción. De hecho, en la declaración que ha realizado al final de la reunión, ha calificado el conflicto en Ucrania como "la amenaza más grave para la seguridad euroatlántica en décadas".
En esta línea, la OTAN también ha anunciado la activación de sus mecanismos de defensa ante un ataque ruso con armas nucleares, radiológicas, biológicas o químicas. El secretario general de la OTAN insistió este miércoles que el uso de este tipo de armamento cambiaría la naturaleza del conflicto.
Estas noticias llegan de la cumbre de la OTAN en Bruselas, donde los dirigentes de la alianza buscan una posición común y pactar más sanciones contra Rusia y sus oligarcas por la guerra en Ucrania. En el foco está la energía rusa, un extremo al que varios países del Viejo Continente se niegan.
Es el caso de Olaf Scholz, canciller alemán, que lo dejó claro este miércoles en la Cámara Baja del Bundestag. "Sí, acabaremos con esta dependencia, lo antes posible. Pero hacerlo de un día para otro significaría sumir a nuestro país y a toda Europa en una recesión", afirmó, añadiendo que "cientos de miles de puestos de trabajo estarían en peligro", además de que "sectores enteros de la industria estarían al borde del abismo".
Sin embargo, este jueves se ha conocido que Washington y Bruselas están cerca de anunciar un nuevo acuerdo que permitirá a la Unión Europea reducir la demanda de energía rusa y así no tener tanta dependencia del Kremlin, tal y como publica 'Bloomberg' este jueves. A finales de semana, según estas informaciones, se darán a conocer los detalles de este acuerdo en el que ambas administraciones han estado trabajando para aumentar los suministros de gas natural e hidrógeno estadounidenses.
“Una prioridad importante tanto para el presidente como para sus aliados europeos es reducir la dependencia de Europa del gas ruso, punto final, y la hoja de ruta práctica sobre cómo hacerlo: qué pasos se deben tomar, qué puede hacer Estados Unidos", afirmó Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de EEUU a los periodistas.