Algunos de los obreros que trabajaban en las obras de restauración de Notre Dame han confesado a la policía haber fumado en los andamios a pesar de estar prohibido, tal y como publica el semanario francés 'Le Canard Enchaîné' y recoge la prensa gala.
Según el semanario satírico, los investigadores han encontrado varias colillas en el lugar del incendio que asoló la catedral parisina el pasado 15 de abril y han descubierto también diversas lagunas de seguridad. Ahora se cree que la conjunción de estos dos hechos pudo haber propiciado el fuego que acabó con la cubierta de Notre Dame, provocó diversos daños en el interior del templo y derrumbó su aguja, aunque la empresa responsable del andamiaje del templo gótico ha rechazado que esto fuera la causa del incendio. Sí ha reconocido, no obstante, que hubo irregularidades.
"Efectivamente, algunos empleados violaban la prohibición (de fumar) de vez en cuando, y lo lamentamos", ha dicho a France Presse Marc Eskenazi, portavoz de la empresa Le Bras Frères, encargada de montar los andamios en el techo de la catedral para las obras de restauración previstas. Según ha explicado, aunque "estaba prohibido fumar en los andamios", los obreros contravinieron las indicaciones ya que era "un poco complicado bajar, porque tomaba tiempo".
Y Eskenazi ha remarcado que "cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea (sabe que) no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco de roble", ha dicho en referencia a las 1.200 vigas de madera centenaria que sostenían la cubierta de la catedral, llamada por este motivo 'el bosque'.
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Extinguido el incendio de Notre Dame: las autoridades apuntan a un origen accidentalAsimismo, 'Le Canard Enchaîné' asegura que una "serie de errores humanos" provocaron que el fuego fuera detectado muy tarde, de forma que los bomberos fueron avisados 35 minutos después de que saltara la primera alarma de incendio, en lugar de los 20 minutos de los que se hablaba en la versión oficial. Y se han detectado otros problemas, ya que según los funcionarios de Notre Dame a los que ha entrevistado este medio los cables eléctricos estaban colocados de tal forma que exponían el ático a "cortocircuitos", y eso es algo que está "prohibido" por todas las normas de seguridad.
En concreto, estos cables formaban parte de un tendido eléctrico que servía para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma, y que recorría el envigado de madera de la catedral. Como explica el semanario francés, el dispositivo fue autorizado, de forma provisional, en 2012 a petición de los clérigos de Notre Dame durante las obras de renovación de los campanarios principales, con el objetivo de electrificar esas campanas para que pudieran sustituirlas. El problema es que ese tendido, según Le Canard, nunca fue sustituido y seguía utilizándose, y sobre él se instaló el andamiaje para la restauración de la aguja.
Precisamente se ha confirmado que las campanas de la aguja sonaron a las 18:04 horas para llamar a la misa prevista a esa hora. Doce minutos más tarde se encendió la primera alerta de detección de humo en el puesto de seguridad de la catedral y cinco después sonó la primera alarma de incendio. El problema es que los oficiales de seguridad a los que se encargó subir al tejado y comprobar su estado no encontraron ningún fuego, por lo que se pensó que era una falsa alarma. Según Le Canard, los oficiales fueron enviados a un lugar erróneo a buscar las llamas, algo que niega la empresa de seguridad privada que gestiona el monumento, Elitys.
Sobre las 18:30 volvió a sonar la alarma y, en ese momento, los fieles fueron evacuados. Entre diez y veinte minutos más tarde los agentes localizaron el fuego en la base de la aguja, y a las 18:51 los dos oficiales de seguridad alertaron a los bomberos, que tardaron en llegar unos diez minutos, pero se encontraron con unas bocas de agua que no eran lo suficientemente potentes para contener el incendio, que ya era de dimensiones importantes. Para cuando llegaron los equipos con más potencia "era demasiado tarde para salvar la cubierta".