- Hammond quiere un "acuerdo puente" que permita a Reino Unido permanecer en el mercado comunitario un tiempo
El giro hacia el ‘Brexit suave’ va tomando forma entre las filas del nuevo gobierno conservador en minoría. Después de que la primera ministra, Theresa May, perdiera la mayoría absoluta que ostentaba en la Cámara de los Comunes en las elecciones de 8 de junio, la disensión se ha ido haciendo cada vez más notable entre quienes quieren un largo período de transición después de marzo de 2019 -fecha en que se hará efectiva la separación del bloque comunitario- y quienes quieren cortar lazos de inmediato. May ha puesto orden, al aceptar que Reino Unido podrá necesitar varias fases de implementación para suavizar su salida de la Unión Europea pero la transición no será por tiempo indefinido.
"Cuando conozcamos cuáles serán las futuras relaciones con la Unión Europea necesitaremos establecer periodos de implementación", ha dicho May en el Parlamento británico, según recoge Europa Press. "Pero esto no significa que la fase de transición vaya a ser ilimitada, vamos a abandonar la Unión Europea. Eso es lo que el pueblo quiso y lo que nosotros vamos a hacer", ha añadido la premier.
Hammond quiere un “acuerdo puente” que permita a Reino Unido permanecer en el mercado comunitario un tiempo
PERMANENCIA EN EL MERCADO COMÚN
Las fricciones más importantes se han dado entre el secretario de Brexit, David Davis, y el canciller del Tesoro, Philip Hammond. El primero ha acusado al segundo de falta de coherencia, ya que el responsable de la economía británica ha señalado en diversas ocasiones que el país debe buscar un acuerdo puente, lo que podría significar permanecer en la unión aduanera durante años después del divorcio.
Pero esta cuestión no se abordará por ahora en las negociaciones con Bruselas, ya que la libre circulación de personas ocupa la primera fase de las conversaciones. May hizo públicos esta semana sus planes para los ciudadanos europeos residentes en Reino Unido tras el Brexit. Cuando se materialice la ruptura entre el país y el bloque comunitario, todos los los ciudadanos de la UE y sus familiares en Reino Unido, con independencia de cuando llegaron, tendrán que solicitar un estatus de inmigrante y se materializará en un documento de residencia, que será un requisito legal para demostrar que tienen derecho a seguir viviendo y trabajar legalmente en el país.
IRLANDA SE PLANTEA CÓMO MANTENER ABIERTA SU FRONTERA
La actualidad del Brexit pasa también por Irlanda. El primer ministro del país, Leo Varadkar, considera que tras el Brexit será "extremadamente difícil" encontrar vías para mantener una frontera abierta con la provincia británica de Irlanda del Norte, según ha declarado este miércoles en el Parlamento irlandés.
La división entre la República de Irlanda, miembro de la UE, y la provincia británica del Norte de Irlanda será la única frontera terrestre entre Reino Unido y la UE una vez llevado a efecto el Brexit, que se prevé finalizado para 2019.
La primera ministra británica, Theresa May, declaró su intención de que la frontera sea lo menos permeable posible mientras que la UE aboga por evitar una "frontera dura". Todavía no se han propuesto soluciones definitivas porque no se ha aclarado qué vínculos existirán entre ambos bloques.