El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha prometido este jueves recortar los impuestos pero también ha afirmado que los ciudadanos de su país tendrán que trabajar más" al detallar su respuesta a los meses de manifestaciones antigubernamentales de los 'chalecos amarillos'.
Macron, que lleva ya consumidos dos de los cinco años de su mandato, está bajo presión para calmar meses de protestas de los 'chalecos amarillos', que han causado estragos semanales en el país. Una primera lista de medidas presentadas en diciembre por unos 10.000 millones de euros no calmó la ira entre los trabajadores de bajos ingresos.
Macron, quien ha luchado para sacudirse la etiqueta de "presidente de los ricos" tras rebajar un impuesto a la riqueza a inicios de su mandato, ha subrayado que quiere un "importante" recorte de impuestos a la renta y ha asegurado que sería financiado cerrando lagunas legales para algunas compañías.
El gasto público también se reduciría y los franceses tendrán que trabajar durante más años para aumentar las contribuciones sociales, ha agregado durante su discurso.
Los recortes de impuestos, que llegan en un momento en que el país lucha por mantener a raya su déficit de presupuesto, tendría un valor de alrededor de 5.000 millones de euros. Las cifras de la OCDE muestran que Francia tiene la recaudación de impuestos más alta del mundo, equivalente a un 54 por ciento del Producto Interno Bruto.
"Tenemos que trabajar más, lo he dicho antes", ha resaltado Macron en una sala dorada del Palacio del Elíseo, hablando detrás de un escritorio con las banderas de Francia y de la Unión Europea en los costados.
"Francia trabaja mucho menos que nuestros vecinos. Debemos sostener un debate real sobre este asunto", ha argumentado. Si bien ha dado pocos detalles sobre sus propuestas, Macron ha descartado que las personas trabajen más por semana o reducir sus vacaciones.
En cambio, ha dicho que las personas necesitarán contribuir al sistema de pensiones por más tiempo, aunque ha apuntado que no está a favor de extender la actual edad mínima de jubilación, fijada en los 62 años.