Los líderes de la OTAN han reiterado la condena de la ofensiva rusa contra Ucrania, cuando se cumple un mes de la invasión, y han avisado de que el uso de armas químicas en Ucrania por parte de Rusia tendrá "grandes consecuencias".
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a la sede de la OTAN poco antes de las 10 de la mañana, como también lo han hecho los principales dirigentes mundiales como el británico Boris Johnson, el turco Recep Tayyip Erdogan o el francés Emmanuel Macron, a quienes Biden ha saludado en ese orden antes de realizarse la foto de familia.
En un mensaje prácticamente al unísono antes de comenzar la cumbre extraordinaria en la que Norteamérica y Europa estudiarán próximos pasos ante la invasión rusa, los líderes aliados han respondido a los temores sobre el uso de armas químicas advirtiendo de que sería traspasar otra línea roja, con la que Moscú pagaría un alto precio.
"Bienvenidos a esta cumbre extraordinaria de la OTAN. Nos reunimos en un momento crítico para nuestra seguridad. Estamos unidos para condenar la agresión no provocada del Kremlin y para apoyar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Estamos decididos a continuar el impulso de sanciones contra Rusia para traer el final de esta brutal guerra". Con estas palabras, Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza ha arrancado la sesión.
"Rendimos tributo al gran coraje del pueblo ucranio y de sus fuerzas armadas, que luchan por su libertad y sus derechos", ha proseguido. "También reconocemos a aquellos en Rusia que hablan con valentía contra la guerra. Sus voces importan y las escuchamos. Hoy vamos a discutir el apoyo de los aliados a Ucrania, y cómo la OTAN puede reforzar sus defensas ahora y en los próximos años. Estamos haciendo más en tierra, en el mar y en el aire. Es necesario para responder a la nueva realidad de seguridad en Europa”, ha concluido en su parlamento inicial.
La cumbre extraordinaria de líderes de la OTAN junta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con los socios europeos por primera vez desde la invasión rusa de Ucrania. Se espera que discutan que más apoyo militar, financiero y humanitario pueden ofrecer a Kiev, pero en todo caso sobre la mesa no está la opción de mandar tropas al terreno, ni de aplicar una zona de exclusión aérea.