El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha informado de su intención de invocar medidas especiales para otorgar al Gobierno federal poderes extraordinarios para hacer frente a las protestas de los manifestantes antivacunas que han cerrado algunos pasos fronterizos con Estados Unidos y han paralizado partes de la capital de Canadá, según 'CBC'.
Trudeau planea invocar la Ley de Emergencias, una disposición raramente utilizada que permite al Gobierno federal autorizar medidas temporales especiales para garantizar la seguridad durante las emergencias nacionales en cualquier parte del país.
La ley sustituyó a la Ley de Medidas de Guerra en la década de 1980. El texto define una emergencia nacional como una "situación urgente y crítica" de carácter temporal que "pone en grave peligro la vida, la salud o la seguridad de los canadienses y es de tal proporción o naturaleza que excede la capacidad o la autoridad de una provincia para afrontarla".
La ley otorga al Gobierno la capacidad de "tomar medidas temporales especiales que pueden no ser apropiadas en tiempos normales" para hacer frente a una emergencia y a las consecuencias resultantes durante una "situación urgente y crítica", que se puede englobar en cuatro tipos diferentes de situaciones de emergencia: bienestar público (desastres naturales, enfermedades), orden público (disturbios civiles), emergencias internacionales y emergencias bélicas.
Sólo se ha utilizado una vez en tiempos de paz - precisamente, por el padre de Trudeau, el ex primer ministro Pierre Trudeau - durante la llamada "Crisis de Octubre" en 1970. Antes, se invocó dos veces durante las dos guerras mundiales, cuando se conocía como Ley de Medidas de Guerra. De momento, el Gobierno no tiene planes de enviar al ejército.
El bloqueo de seis días del corredor comercial más transitado de Norteamérica en Windsor, Ontario, terminó el domingo, mientras que las protestas en Ottawa entraron en una tercera semana.
Las protestas del "Convoy de la Libertad", iniciadas por camioneros canadienses que se oponen a un mandato de vacunación o cuarentena para los conductores transfronterizos, se han convertido en un punto de encuentro para las personas que se oponen a las políticas del Gobierno de Trudeau, que abarcan desde las restricciones a la pandemia hasta un impuesto sobre el carbono.