Después de la tempestad, siempre llega la calma. Al menos eso dice el refrán, y parece que esta vez se ha cumplido. Los temores que despertó a finales de la semana pasada el ataque de represalia de Israel sobre Irán, tras el ataque previo que Teherán había lanzado con más de 300 drones, parecen haber quedado en un segundo plano. Los mercados se muestran prudentes ante una posible nueva escalada, pero de momento parece que la situación está en 'stand by'.
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El mercado relativiza por ahora la crisis entre Irán e Israel, pero "hay inquietud""El limitado ataque israelí contra Irán y la silenciosa respuesta de los líderes iraníes potencialmente proporcionan un puente dorado para que estos adversarios de larga duración devuelvan este conflicto a las sombras por ahora", comentan los estrategas de RBC Capital Markets.
Recuerdan estos expertos que los días previos a la acción israelí había aumentado la preocupación por la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes. Pero, "al igual que la acción iraní, mucho más amplia, del sábado anterior, la respuesta israelí del viernes parecía haber sido diseñada para evitar causar víctimas civiles y daños importantes a la infraestructura".
Bajo su punto de vista, "si bien los dirigentes israelíes e iraníes parecen estar evitando una guerra más amplia en este momento, podríamos imaginar que algunos partidarios de la línea dura estén disgustados con la naturaleza limitada de las respuestas".
Y aunque EEUU hubiese preferido que no hubiese ataques de ningún tipo, los analistas del banco canadiense creen que la Casa Blanca "probablemente se contentará con que su presión diplomática constante haya impedido un resultado más desestabilizador".
"Ciertamente, es probable que los países vecinos respiren un poco más tranquilos. Y, sin embargo, la guerra de seis meses todavía no muestra signos de terminar", apuntan en referencia al conflicto que mantienen Israel y Hamás en la franja de Gaza. "En nuestra opinión, la confrontación transfronteriza entre Israel y Hezbolá sigue siendo objeto de una estrecha vigilancia, ya que sigue siendo un camino peligroso hacia una mayor escalada, dado el apoyo declarado de Irán a su representante más importante".
El Líbano, explican desde RBC, sigue siendo el foco de un intenso esfuerzo diplomático estadounidense para evitar males mayores. Mientras tanto, los disturbios marítimos de los hutíes continúan y las conversaciones de paz más amplias entre Israel y Hamás parecen estancadas, con una invasión de Rafah todavía sobre la mesa.
GIROS REPETINOS
El cualquier caso, comentan estos expertos, las últimas semanas han demostrado que "esta guerra puede tomar giros repentinos" y que los bandos opuestos "pueden carecer de una comprensión convincente de las líneas rojas del otro, con lo que se corre el riesgo de una dinámica de niebla bélica".
Para los analistas de RBC, "el acuerdo diplomático que parece estar generando mayores dividendos para el suministro energético regional sigue siendo la distensión entre los principales productores del Golfo (Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos) e Irán".
Creen que "está lejos de ser una tregua fácil y podría ser puesta a prueba una vez más mientras el contexto general de Oriente Medio sigue siendo tenso, incluso si el peor resultado no se ha producido todavía".
ÉXITO DIPLOMÁTICO
Aunque ni el mercado ni los inversores bajan la guardia, lo cierto es que el conflicto parece contenido por ahora, y todo se debe al "éxito de los esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada". Así lo cree Antonio Ernesto Di Giacomo, analista de mercado para Latam en XS.com. Bajo su punto de vista, la "tranquila respuesta" de Teherán, que se ha tomado con moderación lo ocurrido, ha sido clave.
"El aumento de la violencia entre Israel e Irán en los últimos meses ha hecho temer una confrontación, lo que ha llevado a los aliados occidentales a presionar para que se dé una respuesta comedida y se endurezcan las sanciones contra Irán", remarca este experto, que cree que de momento la situación está bajo control.
Como dice, "aunque los inversores no descartan la posibilidad de que las tensiones en Oriente Medio perturben el suministro de petróleo, la esperanza de una resolución diplomática y la moderación en la región han atenuado las preocupaciones y han contribuido a la estabilidad del precio del petróleo a corto plazo", que el viernes se disparó después del ataque israelí, aunque acabó por recortar las ganancias ante el tono templado de Irán.
"La mesurada respuesta de Irán al presunto ataque israelí en Ispahán ha puesto de relieve la importancia de la diplomacia en tiempos de alta tensión en Oriente Medio. Aunque los mercados financieros reaccionaron inicialmente con preocupación, el retroceso de los precios del petróleo refleja la esperanza de evitar una escalada del conflicto", remarca Di Giacomo.
No obstante, también alerta de que la situación "sigue siendo delicada y requiere una vigilancia constante". "La estabilidad en la región y la seguridad del suministro mundial de petróleo dependen en gran medida de la capacidad de las partes implicadas para mantener la calma y buscar soluciones diplomáticas a los retos a los que se enfrentan", concluye.